"Volveremos mañana. Si mañana te sigue gustando, lo compraremos". Layla quería llevar a Ivy a unas cuantas tiendas más para que tuviera el mejor vestido.
Ivy asintió, antes de volver a ponerse su propia ropa.
Las dos salieron de la tienda y Layla llevó a Ivy a un restaurante de barbacoa.
"Creo que no has comido barbacoa desde que llegaste a casa, ¿verdad?". Layla soltó una risita. "Nuestros padres valoran mucho su salud en los últimos años, pero a papá nunca le ha gustado la barbacoa. Cree que no es nutritiva y poco higiénica. Siempre ha preferido la comida sencilla, y mamá es algo mejor. De vez en cuando puede con el picante".
Ivy había pasado la mayor parte del tiempo con sus padres y todas las comidas que había tomado eran equilibradas y estaba contenta con ello, ya que incluso las comidas nutritivas podían ser deliciosas. Sin embargo, en cuanto escuchó la palabra ‘barbacoa’, se le empezó a hacer la boca agua.
"¿Y Hayden?”, preguntó Ivy.
"Hayden es igual que papá. Los dos eran