"Robert, no te pongas tinta en la cara". Elliot no se enfadó al ver la copla destruida.
Mientras miraba las manitas negras de Robert, su ropa llena de manchas de tinta negra y su carita negra moteada, Elliot frunció las cejas.
"¿Te ignoro unos minutos y encuentras tinta para jugar?". Avery se acercó a Robert y lo desnudó. "¿Cómo conseguiste tocar la tinta? ¡No te he visto arrastrarte por la mesa!".
Robert comprendió lo que decía su mamá y señaló con su manita hacia un lado.
En una silla al lado, había un frasco de tinta.
"Lo saqué mientras buscaba tinta, pero se me olvidó volver a ponerlo en su lugar", explicó Elliot. "No culpo a mi hijo".
"No seas demasiado protector con él. No sé cómo abrió el envase". Avery le quitó la ropa a su hijo y lo llevó a bañarse.
Elliot miró el desorden que había creado su hijo y negó con la cabeza.
No sabía si Hayden había sido tan travieso de pequeño, pero Robert era visiblemente mucho más travieso.
Al día siguiente, Avery y Elliot visitaron la c