Capítulo 41. Hay historia.
— Quiero saber una cosa, tu amiga ¿Me odia o algo por el estilo?
— ¿Por qué preguntas eso? — Elena me mira con una sonrisa en su rostro divertida por mí.
— Has visto como me mira, como si estuviera esperando que hiciera algo mal. ¡Vaya amiga que tienes!
Elena suelta una gran carcajada y enreda sus brazos alrededor mío para luego comenzar a repartir suaves y pequeños besos por todo mi rostro hasta llegar a mi boca.
— ¿Acaso me dirá el Don D’Angelo que se siente cohibido por una rusa que apenas conoce? Mmmm sus enemigos que podrían pensar de usted mi señor.
— Elena… no juegues conmigo. Princesa dime una cosa, todo esto — digo señalando el jardín con la carpa y todos los arreglos florales que están siendo ingresados dentro junto con las sillas y las mesas — ¿De verdad te gusta? Quizás mi madre tenga razón y hubiéramos esperado un tiempo más para casarnos. Sabes que podrías tener una mejor organización, mejores cosas no sé, quizás alguna otra cosa que te hiciera feliz.
— A ver señor