—Hablar de eso ahora... ya no tiene sentido...
Ana escuchó la voz llena de autorreproche de Lucas y poco a poco recuperó su calma.
Al final del día, lo que había ocurrido en el pasado no podía ser cambiado y, por ende, cualquier arrepentimiento de Lucas carecía de propósito.
—Por eso, lo que te pregunté anteriormente no fue con intención de culparte. Solo quería saber si tenías alguna pista. Pero, incluso si no la tienes, no te preocupes. Investigaré el paradero de aquel personal médico relacionado. No dejaré que aquel evento del pasado simplemente desaparezca.
—Entiendo, te agradezco por tu esfuerzo.
Al escuchar la voz firme de Lucas, el ánimo anteriormente agitado de Ana se calmó considerablemente.
—¿Cómo se siente Jose en casa?
Después de reconfortar a Ana, Lucas inquirió acerca de Jose, quien recién había regresado a casa.
—Está bien. Javier ha estado jugando con él. Aunque aún no están del todo familiarizados, no hay rechazo.
—Eso es bueno escuchar. Sin embargo, no debes descuida