Ellis Barker bajó del coche proporcionado por Kenji Ito, sosteniendo una carpeta negra en sus manos, lista para enfrentarse a los miembros de la Comisión. Enrico Turin, Lorenzo Gerevini, Giovanni Cordopatri, Luigi Gallo y Stefano Gattone ya la esperaban en el edificio de la Comisión. Conducida a la sala de reuniones, donde todos estaban reunidos, se encontró con expresiones serias y escépticas.
Luigi Gallo, con una expresión severa, expresó su descontento: "Reuniones de este tipo no son práctica de la Comisión, especialmente para la exesposa de un mafioso como Vittorio".
Ellis, manteniendo su compostura, respondió: "Entiendo que esta es una excepción, cortesía del presidente Ângelo Messina".
Stefano Gattone intervino, mostrando claramente su desacuerdo: "No estoy de acuerdo con su presencia aquí".
Ellis, enfrentándose a Stefano, afirmó con calma: