Al día siguiente
Olivia despertó con bastante apetito cosa que no pasaba hace rato... Se levantó y se dio una ducha larga, se vistió y bajo a la cocina. Vió Atlas en su hamaca y la pequeña le sonrió derritiendo a la ojimiel...
Olivia se iba acercar a la pequeña pero Beth apareció con un pequeño plato con la papilla de Atlas...
—Oli —le sonrió su madre— hola cariño, anoche no bajaste a cenar... De nuevo.
—cené en mí cuarto —dijo mirando como Beth alimentaba a Atlas— oye mamá, ¿crees que podré pasar tiempo con la bebé? —al oir eso la pelinegra se dió vuelta—
—claro amor sólo espera a que regrese de la Consulta médica.—respondió Eleonor.
— ¿consulta médica? —se preocupó Olivia— ¿qué tiene?
—nada sólo es una bebé que necesita ir a controles todos los meses sólo que tu ni te habías enterado... —torció el gesto la mayor —Pero claro, si te pierdes en tú