Al ver que la expresión de Li Xi se volvía fea y que guardaba silencio, el propietario pensó que quería liberarse de sus responsabilidades y empezó a parlotear: “Volvió de estudiar en el extranjero y es la persona a cargo de un gran grupo de empresas. Este asunto fue causado por usted. No puede ignorarlos sin más.

“Señorita Li, si no fuera porque usted propuso el examen médico, esto no habría ocurrido. La reputación de nuestro jardín de infancia está arruinada. ¡Estas pérdidas son mucho mayores que el valor de su inversión!”.

Li Xi estaba muy disgustada por esto y miró impacientemente al propietario.

El propietario guardó silencio, pero se sintió desesperado por su dinero y se limitó a mirar fijamente a Li Xi.

“Muy bien. Mi asistente lo llevará a retirar su dinero”, dijo Li Xi con impaciencia.

No le preocupaba esa cantidad de dinero. Sin embargo, esto era inesperado.

No esperaba que Jin Fengchen llegara tan lejos y le cortara todas sus opciones.

Después de que el hombre recuper