Capítulo 55 Corazón.
Las grandes manos acariciaban su espalda, mientras sus labios le devoraban el alma, un pequeño jadeo salió en forma de suspiro, y su lanza se elevaba deseosa de ser tocada y como si estuvieran conectados de alguna forma, sus ojos chocaron, y una de las manos dejo su espalda, para acariciar su erección, haciéndolo vibrar como nunca lo creyó posible.
— Renzo. — su nombre salió como suplica, a la vez que sus ojos se abrían y lo traían al presente, ahora al menos sabia el nombre de aquel hombre que le dio su primera vez, que le robo el aliento y el corazón, pero ¿de que servía? — Renzo. — murmuro una vez más Huang, sintiéndose patético, mientras sus lágrimas caían.
El dolor en su pecho era insoportable, su cuerpo anhelaba a ese ser despiadado que, con tal de ganar una apuesta, lo había seducido, aunque Huang no opuso mucha resistencia y pensó que si él se sentía de esa forma ¿Cómo se sentirían las jóvenes Bach?
Era tarde, aunque no mucho, Shen había salido en busca de información sobre el