Se gira y no ve a Catalina – ¡Catalina!
Se gira y no ve a Adrián – ¡Adrián!
–¡Por Dios, señor Mendoza del Campo los niños, los niños están en el río! – ambos hombres ven como los niños son tragados por el agua y sacados se dirigen hacia una cascada
–¡Francisco!
–Si señor Mendoza del Campo
–¡Ordena a los Esclavos que se adelanten, que formen una barricada con lo que encuentren, Pedro vamos! – ambos hombre dan la orden a sus caballos y estos galopan hacía el río
Tragando cada vez más agua – ¡papi, papi tengo miedo ayúdame! – siente que es abrazado por alguien – ¿joven Mendoza del Campo?
–No dejaré que nada malo te pase, yo te cuido ¿sí? Soy el mayor y el responsable ¡papi!
Mientras ambos niños son arrastrados por las aguas más adelante los esclavos tratan a toda marcha de hacer una barricada con troncos y lo hacen contra el tiempo y con sus vidas en juego, saben que si algo les pasa a esos dos niños Miguel Ángel Mendoza del Campo los hará azotar hasta la muerte.
–¡Señor Mendoza del Campo