Narra Víctor Manuel
Cuando entramos Carolina y yo a la casa de mi amigo Sebastián, ella de inmediato subió a su recámara, mientras que yo, me senté en el sillón viendo el estado fatal en que se encontraba mi amigo Sebastián.
- ¿Cómo está el rey de la noche? – le pregunté a Sebastián en un tono algo de burla.
- Mal, ya hasta tengo alucinaciones, ahorita aluciné que venías con Carolina, ya mi cabeza está loca de tanto alcohol que tomé – me respondió Sebastián divertido.- Es que no alucinaste, estaba con Carolina, no te imaginas lo que pasó – le dije yo, sin poder ocultar mi emoción.- ¿Qué pasó?, ya sé que se han vuelto a acostar o a liar, como dicen los españoles – me respondió Sebastián al tiempo que se estiraba en el sillón.- Me tienes en un pésimo concepto amigo, es en serio, fuimos a tomar un café como dos personas civilizadas, sé que suena loco, pero por fin hoy, pude conocerla un poco más, me encanta esa mujer – le dije a Sebastián provocando que