Saludos, espero que se encuentren bien. Mil gracias por darle la oportunidad a esta historia y que les este gustando. Recuerden dejar sus me gusta, comentar si así lo desean, compatir y calificar la historia. Saben que los amo y recuerden que; Puedes hacerlo, deberías hacerlo, y si eres lo suficientemente valiente como para empezar, lo harás (Stephen King)
Tras pasar esos minutos con mis compañeros estos decidieron dar una carrera, entre vampiro y licántropo. La que tiene que conducir soy yo, la chica que tiene hasta el alma cansada. ¡Es totalmente injusto! Estaciono el auto al frente de mi hogar. —No puede ser. — expreso sin poder creer lo que veo. Jafet está sentado en las escaleras de mi casa con dos helados en la mano. ¿Cómo rayos? Mi estómago ruge al notar la presencia del helado. Por lo menos me trajo algo a cambio por traer su propio auto. —Espero que eso sea para mí. — le advierto enseñando sus llaves. —Si te sientas y te portas bien, sí. — contesta está enseñando el helado de chocolate. Hacemos un trueque, las llaves por el helado. Me siento a su lado y miramos las estrellas. Noto el silencio que emana la casa en la que los híbridos mataron a la familia, pero estoy segura que pronto vendrá una familia nueva. Las naciones no tiene crecimiento de tierras, así que entre más se reproduce la gente
—¡No corras querida! Solo te haré sopa. — exclama la bruja que tenemos que atrapar mientras me sigue en su escoba. Diana, bruja clase 3, se volvió loca cuando la alfa central mató a su esposo que fue convertido en híbrido. Convirtiéndose así en una psicópata matando vampiros y licántropos. Vampiros porque fueron los que envenenaron a su esposo y licántropos porque lo asesinaron. Hemos tenido que limpiar las desastrosas consecuencias del ataque de los híbridos, atrapando a seres como Diana. Corro mientras la bruja hace que los árboles con sus raíces me persigan y traten de atraparme. Es como una película de terror… paso por cuerpos de licántropos que ya ella les había arrancado la cabeza, patas y todo lo que se pueden imaginar. Me resbalo por el bache gracias a la lluvia de la tarde haciendo que ruede bajando por la montaña. Siento como algo se espeta en mi pantorrilla mientras sigo rodando por la montaña hasta agarrar algo. Me quedo quieta esperando a que haya perdido a la
Observo los ojos muertos de mi bisabuela, toco con delicadeza su hocico y orejas. Ya ni mamá y ni Mía estarán conmigo... gotas de lágrimas bajan por mi rostro. Cada una que sale de mis ojos es para odiar el mundo que ella me enseñó. ¿En verdad vale la pena en forzarse tanto en la vida para esto? La luz de la Luna se debilita mientras el sol sale por el horizonte. Escucho como unas pisadas se acercan en donde me encuentro. No quiero mirar, soy demasiado cobarde. —Así que aquí estas... — dice por medio de la comunicación mental el ser dándome entender que es un licántropo. —Haz hecho que haga esto, solo tenías que dejar de esconderte donde estabas. —No... — contesto en un susurro negando varias veces. —Yo solo seguí lo que me dijo la alfa. —Pues haz hecho que la alfa muera y que yo tome su posición. — comenta con autoridad. Abro mis ojos encontrándome con el techo de mi cuarto sin ninguna emoción, he tenido tantas pesadillas que ya no me producen nada. Por e
—Iris. — miro los ojos verdes claros de mi padre. —¿Te sientes mal? — cuestiona el hombre algo canoso. Me sorprende su pregunta, pero bueno es mi padre y me conoce. Desde siempre ha sabido que hay algo mal en mi, pero me deja mi espacio y se lo agradezco mucho. Tomo aire, le sonrió y niego. —Es que me hace falta mami. — le contesto algo abochornada, casi nunca digo estas cosas. Mi padre me mira no muy convencido, pero me sonríe logrando que me sienta tranquila. —Yo también la extraño con toda mi alma. — expresa tocando su pecho. Hasta yo siento como mi madre es tu otra mitad. ¿Cómo se sentirá tener tu otra mitad? Mi corazón late con fuerza como la noche en que Jafet me beso. Pero esta vez siento un vacío horrible en el mío. Toco mi pecho y todos me miran preocupados. Me giro actuando normal y lavo el sartén, me pongo a hacerle el desayuno a mi padre. Sirvo el café para todos, incluyéndome, y me siento tomando un descanso. Poco a poco mis dos hermanos se van y me
Me levanto de la cama para dejar colgando el collar en la ventana. Observo como las aves salen volando de los árboles del monte. Escucho un aullido que se acerca y me pongo alerta. —Por favor que no sean híbridos otra vez. — comento mirando mejor por la ventana. —Un lobo blanco... El lobo blanco corre por el monte y se dirige hacia la puerta trasera de mi casa. Bajo al primer piso y en silencio camino hacia la puerta que está en la parte trasera. Tomo un b**e de mis hermanos y espero a que el lobo se acerque a la puerta para darle. Uno, dos y... salgo dándole al lobo a todo dar con los ojos cerrados. —¡Sal de aquí maldito lobo blanco! — grito cerrando mis ojos, dándole con todas mis fuerzas varias veces al intruso hasta escuchar cómo se queja. —Ay, Iris. — escucho como se queja. —¡Ya basta, soy tu prima! — abro mis ojos y veo como Killa trata de protegerse de mis batazos. Me detengo y le sonrió riendo con inocencia. Escondo el b**e detrás de mí como si eso fuera l
Me dan un puño en el estómago. M****a, todo esto por tomar en cuenta los consejos de mis padres y hermanos. Rechacé tomar clases para sacar a "mi loba" en el sur, ya que cuando me gradué voy a estar tiempo demás ahí. Ya saben cosas de padres de que no quieren que sus hijos dejen el nido. —Vamos sácalo. — manda mi maestra gruñéndome dándome otro puño. Escupo sangre, respiro con dificultad y niego logrando que la maestra caiga al suelo derrotada. Observo el salón en el que estamos y creo que sigue intacto desde hace siglos. Hay cadenas de plata, instrumento para tortura y otras cosas. La sala es oscura, solo la mayoría de luz entra por la ventana que esta sobre me cabeza. —Tres días. — susurro dándome cuenta que no hemos descansado en tres días. Todos las alfas, menos Anastasia, estan encantado con el grupo de Max, Jafet y yo. Es lo mejor que han hecho en siglos, somos el grupo más eficiente dentro de las cinco naciones. Pero dentro de todo lo bueno hay algo malo
—¡Iris ya basta! — manda Max enojado pero ni me inmuto a mirarlo. Ignoro la situación y analizo donde me encuentro al sentir una brisa fría. Me encuentro afuera... noto como la pared de la sala en la que me encontraba está derrumbada. Me giro para enfrentarme al monte verde lo cual ahora tiene arboles caídos en el suelo. No otra vez... Anastasia respira con dificultad en el suelo y algunos lobos la acompañan en esa situación. Por lo menos no he matado a nadie. Miro nuevamente hacia donde se encuentra Sahara la cual respira como si se le estuviera yendo la vida. —Sahara... — susurro su nombre caminando hacia donde ella, pero Max se interpone agarrando mi brazo. —Es una orden de la alfa, no debes de intervenir. — me empuja un poco, pero yo lo tomo por su camisa mirándolo a los ojos. —Aléjate. — mando con tal autoridad que ni tan siquiera me mira dejándome a mi algo sorprendida. Noto como unos lobos se acercan a Sahara que respira con dificultad y chil
Busco la ropa que me voy a poner antes del salir del cuarto. Trato de alejar todo lo que me ha pasado para que me entren vibras positivas porque voy a la universidad que he deseado asistir desde la escuela intermedia. Abro la puerta y lo primero que me encuentro es a mi padre. —¿Te encuentras bien, hija? — cuestiona mi padre. —No... — le contesto con sinceridad pasando por su lado sin tan siquiera mirarlo. Sé que él no tiene la culpa de lo que sucedió, pero sigue a la alfa central, Anastasia. Este me sigue hasta la puerta del baño sin decir nada. Antes de cerrar la puerta observo como me mira preocupado. —Lo lamento... — se disculpa el hombre de ojos verdes claros al ver mis heridas. —Si fuéramos padres normales no te pasaría esto, ¿no? — pregunta este mirando el suelo, aprieto mi mandíbula para no escupir mi veneno sobre lo que pienso. —Un licántropo nunca deja atrás a otro, se protegen ante la injusticia. — le contesto con una de las leyes que decía mi