"Estoy…bien". Qin Lianyi todavía estaba sorprendida por la repentina llegada de su novio. "¿Cómo supiste que estaba aquí?". Ella no recordaba haberle dicho la dirección exacta.

"¿Cómo te atreves a preguntarme eso?", preguntó él. Ella había comenzado a gritar en medio de la llamada y también había voces enérgicas de hombres en el fondo, así que él entró en pánico.

Sin embargo, ella había colgado. Él la llamó de nuevo, pero no pudo comunicarse con ella. Estaba tan ansioso que empezó a sudar frío. Solo podía guiarse de las palabras ‘Calle Huaihai’ que ella mencionó antes y condujo para buscarla en el camino.

El viaje de 20 minutos se redujo a 10 minutos. ¡Él no tenía idea de cuántas multas por exceso de velocidad iba a recibir más tarde!

"La próxima vez que estés en peligro, ¡al menos dime dónde estás antes de colgar! ¿Tienes idea de lo asustado que estaba?", dijo Bai Tingxin casi gruñendo.

Qin Lianyi estaba boquiabierta. Ella miró el rostro pálido del hombre y el sudor frío en su fr