Héctor miró a su amigo sentado tomando el desayuno, después de haber escuchado las palabras de Arnold se sentía realmente preocupado.
A pesar de ser amigos, Dexter no le menciono que podía morir en la cirugía y eso realmente lo tenía desconcertado.
Dexter mostraba un temperamento frío y distante, pero por dentro era como cualquier otra persona, con sentimientos y miedos.
—¿Irá a trabajar jefe? Debería tomar un descanso, eso puede ayudarle a aclarar la mente.
—No —respondió soltando un suspiro pesado —necesito ir a la oficina.
Prefería ir a trabajar qué quedarse en la mansión, la noche anterior no había podido conciliar el sueño, pero no podía renunciar a la cirugía, se lo había prometido a su novia.
—¿Es verdad lo que dijo Arnold? —Héctor hizo una pausa —¿Puede perder la vida en la cirugía?
Dexter levantó la mirada y observo a su asistente, no era fácil hablar sobre su situación, él era su amigo, al menos merecía saber la verdad.
—¿Y cuál es el problema?, para todo existe un ri