Lara.
Cuando Alenna desaparece por la puerta del coche, no puedo evitar gritar, aterrada y súbitamente desesperada por alcanzarla.
Pero Igor me empuja con sorprendente fuerza.
De nuevo, disparos y el coche se sacude con violencia, sin poder evitarlo, me levanto en el asiento y miro por la ventana trasera, en algún momento se ha roto, hay vidrio en el baúl y un enorme agujero, veo tres figuras de pie frente al coche que nos seguía y una corriendo hacia el bosque, mi hermana.
— Abajo, maldita sea — Grita Igor alcanzandome con su mano y tirando con violencia de mi brazo — Si te matan, es el fin.
— ¿Qué hay de Alenna? ella