Victoria esperaba a por sus hijos y su marido, sus ojos estaban perdidos en la nada recordando todo aquello que años atrás habían dejado en el olvido, el dolor de aquellos recuerdos se le enterraban en el corazón como una dolorosa espina, aun podía ver con claridad los demasiado tristes y solitarios

Las nubes que se alcanzaban a ver desde la ventanilla parecían borlas de algodón, sus pensamientos vagaban de uno a otro sin lograr concretar uno solo en realidad, estaban a solo una hora de aterrizar y luego, de nuevo Palermo los recibiría, no había mucho por decir, regresaban para ver a Laurent, p

Gemidos casi imperceptibles comenzaron a escucharse en aquella misma habitación donde una noche hicieron el amor por vez primera después de aquella horrible pelea en el bar de Becca, caricias llenas de deseo las disfrutaba en su piel demasiado sensible por las hormonas, Lorenzo lamia y mordisqueaba

Victoria suspiro y sin mirar a su amigo y compañero pianista respondió.— No tienes idea…quizás, algún día te lo cuente acompañados de una botella de vino. — respondió Victoria con un deje de dolor.— Bien, entonces no será pronto, sé que no es bueno para las embarazadas beber. — dijo el rubio con u

El sonido del tocino cocinándose resonaba en el silencio de aquel departamento esa mañana, no había risas, no había quejas, tan solo una dolorosa nada que cada día que pasaba sentía más y más, removía los huevos revueltos para luego colocarlos en el plato junto a aquel tocino de buen aspecto.La hab