Karina decidió salir del centro comercial con uno de los vestidos que se había comprado ya que no se sentía muy cómoda con el vestido rojo que llevaba para su trabajo. A pesar de que no estabas tan maquillada ni tan arreglada levantaba miradas de las personas. Todos los hombres se le quedaban mirando y todas las mujeres también, quizás con algo de envidia. Al llegar al restaurante Andrew le aparta la silla para que ella tome asiento Y luego ambos esperan a que llegue el camarero. —¿De verdad comeremos aquí?— pregunta Karina observando con lujo y detalles el menú. —¿Algún problema? —nada baja de cien dólares—preocupada. —No te preocupes Karina, yo pago.— con una sonrisa pícara.Cuando llegó el camarero Andrew ordenó por los dos ya que karina se quedaba mirando el menú como si fuese de otro planeta. No reconocía ninguno de los platillos ni sus ingredientes jamás había comido algo así. Adrián

Tanto Karina como Andrew estaban sumamente nerviosos a pesar de ya llevar unas tres copas de vino cada uno, mientras que la señora Julieta los miraba con ternura al creer que eran una bonita pareja. —cuéntame Karina, ¿A qué te dedicas?—le preguntó la señora Julieta. —Soy maestra—respondió de forma inmediata sin dejar lugar a dudas, no miro Edward para no ponerse más nerviosa así que continúa con la charla de forma natural. —oh qué lindo trabajar con niños, debe ser lo más maravilloso del mundo, supongo que debes estar acostumbrada a estar rodeada de esas pequeñas risas. —respondió encantada la señora Julieta. —sí la verdad es que enseñar es mi pasión—responde con mucha naturalidad Karina—cada vez que ellos aprenden algo nuevo siento que ya fui parte de ese proceso, es muy emocionante ser maestra. Andrew la miró sorprendido ya que no conocía esta faceta de Karina, a pesar de que ambos practicaron lo que dirían nunca se habí

Los días siguientes habían transcurrido con total normalidad, Andrew se dirigía a su empresa para continuar sus deberes del día, Karina comenzó a planear lo que haría con el dinero que le quedaba en la cuenta y planeando lo que haría con lo que aún le faltaba por cobrar. Como ya no tendría que volver a ser bailarina nocturna decidió tomarse unas vacaciones libres de trabajo, para pensar en un futuro volver a ser maestra.Aunque Karina tenía el dinero suficiente como para comprarse una nueva casa y empezar de cero, el hecho de pensar en la idea de despedirse de su departamento que fue el lugar donde pasó los mejores y últimos momentos con su madre, la detenían. Pensaba que iba a hacer algo egoísta que ella decidiera empezar de cero en un nuevo lugar y dejar este departamento lleno de memorias a unos desconocidos. Así que no volvió a pensar en la idea de comprarse un departamento nuevo o una casa y decidió permanecer allí. Dejar to

Andrew llegó a su mansión, se dio una ducha y se recostó en su cama, de forma inmediata la mirada y el rostro de Karina llegó a su mente. No podía evitar pensar en ella, es como si poco a poco ella se le metió de una forma imposible de arrancar en su mente. Él quería besarla, pero él mismo fue el quien dijo que no quería enamoramientos. Así que se sintió aliviado porque Karina fue la que le dio el paso negativo. Que ellos avisaran solo arruinaría las cosas y complicaría la situación, este matrimonio sería solo por conveniencia y para que su madre lo vea con una mujer antes de que ella falleciera. Fue difícil conciliar el sueño para Andrew, se sentía confundido con respecto a sus sentimientos por ella.Mientras que Karina al mismo tiempo pensaba en él.«¿Debí besarlo? ¿Estuvo bien detenernos? Me siento estúpida, atrapada en esta situación extraña» pensaba mientras daba vueltas en la cama sin poder dormir.Ka

Andrew intentó mantener la compostura durante todo el trayecto, Karina no tenía ni idea de cómo abordar esta situación. Sabía que tenía que decirle algo a Andrew sin embargo las palabras no le salían. Más bien no encontraba las palabras correctas para el momento. —¡Acelera!— le ordenó Andrew a su chofer. Karina colocó su mano en la pierna de Andrew para hacerle saber que debía mantener la calma. —Ya casi llegamos, señor— admite El chofer Al llegar Andrew corrió hasta la habitación de su madre, la cual ya se encontraba estable sin embargo estaba bastante débil. Andrew ha recibido por el doctor el cual lo invita a hablar afuera de la habitación. Mientras que Andrew hablaba con el doctor fuera de la habitación, Karina se quedó pasmada al mirar el rostro palidecido de la señora Julieta. Esa mujer llena de vida alegre con maquillajes cálidos no se encontraba en ese momento. Sintió que estaba viviendo el