❥•༻Kai°❀—¿Y bien? —me recibe Helga, al volver—. ¿De qué me perdí? —De nada, todo sigue igual.—¿No me digas? —inquiere, incrédula—. Sus respiraciones agitadas eran debido a…—La serie que estamos viendo —la interrumpo y se ríe, obviamente no me cree—. Ezequiel está aquí —digo, cambiando de tema—. Te envió saludos.—Me hubiera gustado verlo —suspira.—Mañana regresa a la ciudad, estaba de paso, vino con su padre por negocios y fue a saludarme al restaurante. —¿Emmett lo vio?—Sí, fuimos todos a cenar, también invitamos a Gala.—Kai, a mi Emmett me parece un buen muchacho, trabajador, respetuoso, un hermano excelente y no voy a negar que es muy apuesto.—¿Pero? —cuestiono.—No quiero que te lastimen de nuevo —toma mi mano—. Si te enamoras de él y…—Helga, yo tampoco quiero una relación formal —aclaro—. Me fui a vivir con Farren poco tiempo después de conocerlo y viví un infierno, no está en mis planes formalizar o casarme, al menos no por ahora. Emmett me gusta, demasiado, pero estoy

❥•༻Kai°❀«¿Y ahora? ¿Cómo hago para mirar a Emmett de nuevo como un amigo con esto que acaba de pasar?» me pregunto mentalmente, al detener el beso y analizar la situación.Me atrae sobre su pecho y acaricia mi espalda provocando un leve cosquilleo. —Tengo que ir al baño —le aviso poniéndome de pie. Entro para asearme un poco, termino y me miro al espejo, mi reflejo me hace sonreír, tengo los labios rojos y algunas marcas provocadas por la barba de Emmett, fue tan apasionado y especial, que me parece estar soñando. Escucharlo decir que es la primera vez que hace el amor, me tomó por sorpresa; no obstante, estamos en igualdad de condiciones, ya que nunca imaginé que se podría disfrutar con tanta intensidad. Regreso y está sentado al borde de la cama, me mira y sonríe. —Ven aquí —pide y me acerco—. ¿Estás bien? —acaricia los rasguños en mi cuello. —Sí. —Lo siento —se disculpa—. No pensé que te dejaría marcas. —Emmett, lo disfruté más de lo que hubiera imaginado, créeme que esto no

❥•༻Kai°❀¡No puedo creer que Emmett me invitó a Escocia! Estoy tan emocionada, que el corazón se saldrá de mi pecho en cualquier momento, por un lado me puedo imaginar con él, ahí, disfrutando de esos preciosos paisajes, lo que no puedo ni siquiera pensar, es en la despedida, me temo que saldré más lastimada de lo que quiero aceptar. Si enamorarse de verdad se siente así, no me arrepentiré nunca de haber tomado este riesgo, ha sido lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.Pasamos a la base para que Emmett recogiera un cambio de ropa, lo estoy esperando en la camioneta cuando suena mi teléfono, es Elna.—Hola, señorita —saludo al responder.—Hola, preciosa, ¿¡cómo estás!? —grita y me hace sonreír, siempre es tan divertida que me encanta hablar con ella.—En este momento diría que me encuentro excelente, ¿y tú?—Me alegra escuchar eso, yo estoy muy bien y te hablo para darte una noticia —dice con suspenso.—¿Voy a ser tía? —bromeo.—No, al menos no todavía —se ríe—. Pero, ¿¡qué crees!?

❥•༻Kai°❀Pasé un maravilloso fin de semana con Emmett, hicimos el amor de mil maneras y todavía nos costó despedirnos, jamás me imaginé que una relación podría ser así: tener su inmensa dosis de sexualidad y a la vez sentirme protegida, amada y lo más importante, respetada, una combinación que nunca había experimentado y que definitivamente me encanta.Entro al restaurante y me encuentro con el hijo del dueño, Bryan, viene en muy raras ocasiones y justo ahora, está acompañado de una chica, muy joven.—Buenos días —saludo y todos responden, dejo mis cosas en el casillero y me pongo el mandil.—Hola —entra Gala con prisa. —¡Esta hora se te va a descontar! —advierte Bryan alzando la voz.—¿Por qué? —inquiere, Gala—. Solo llegué tarde cinco minutos.—No debes llegar tarde —refuta—. Y tú —señala a la chica—. Ponte un mandil, vienes a trabajar, deja de mirarme como tonta.La chica tímida se acerca a nosotros y le damos un mandil.—No sabía que vendría alguien nuevo —le dice Gala.—Bryan es

❥•༻Kai°❀Abro los ojos y Emmett ya no está en la cama, a través de las ventanas puedo notar que apenas está amaneciendo.Reviso el reloj y me doy cuenta que son las cuatro de la mañana, me levanto para ir al baño, me cambio y me adecento un poco. Al salir para la sala, Emmett viene entrando.—¿Qué haces despierto tan temprano? —le pregunto, al verlo tan fresco como si hubiera dormido veinticuatro horas, ya está duchado y se ve muy guapo con un pantalón negro y una camisa azul marino que se ajusta a su cuerpo provocándome varios suspiros. —Estaba revisando la camioneta y asegurándome de que esté lista para el viaje —responde.—¿A qué hora nos vamos? —Cuando estés lista.—Dame cinco horas —bromeo y se ríe. —¿Quieres un café? —ofrece. —Pensé que dirías que estoy loca y que no me esperarías cinco horas —pongo las manos en la cintura. —Dudo mucho que tardes cinco horas en arreglarte, ya que siempre te ves preciosa, pero si necesitas cinco horas, yo espero y prepararé café mientras tant