—UNA MUJER ARROGANTE. Amaba genuinamente a David, aunque al principio no se casó con él precisamente por amor. Él sí le juró que la amaba profundamente y la trataba bastante bien: era amoroso y comprensivo con sus problemas psicológicos. Pensaba que David era el mejor hombre del mundo, y a pesar de que siempre fue menospreciada por Helen, ella quería pasar el resto de su vida con él. Sin embargo, David no solo la engañó, sino que incluso estafó su dinero y conspiró con su amante para provocar que la despidieran de la empresa. —¿Aún necesito mostrarle misericordia en este caso? —pensó Camila—. No soy tonta como ellos creen. Camila ya había guardado una copia del video en una memoria. Después de lidiar con el asunto Camila, pensó en su estúpida hermana Jennifer. Antes de que pudiera leer el contenido del contrato dentro del baño, entraron David y Marilyn y no pudo entender claramente lo que decía y. En los últimos días, tampoco vio a Jeremy en la empresa, por lo que aún desconocía

—LO QUE DICE EL CONTRATO. Al darse cuenta de que Camila estaba aturdida, Jennifer la llamó suavemente y le preguntó: "Camila, ¿estás bien?" “Dime Jennifer, ¿Acaso estoy en deuda contigo desde nuestras vidas pasadas?” Camila fijó sus ojos en Jennifer y continuó: “Por eso tengo que sufrir tanto por tu culpa. ¿Serás feliz si muero?” Jennifer no se atrevió a responderle. En ese momento, Lena, que ya se había puesto su ropa, rodeó los brazos de Jeremy y salió triunfante. Era como si estuviera proclamando al mundo que Jeremy era su hombre. "Eh, estoy tan celosa de la suerte de Lena," se lamentó Jennifer. Al ver a Jeremy acercándose a ellas dos, se sintió presa del pánico. Pensó que él iba a regañarla y se escabulló para esconderse detrás de Camila. Al ver lo cobarde que era Jennifer, Camila se quedó sin palabras. Aunque también pensó que Jeremy estaba allí para criticar a Jennifer. Sin embargo, cuando Camila se puso de pie, Jeremy miró su brazo que estaba envuelto en una venda y pre

015: UN INESPERADO ENCUENTRO CON EL PASADO Rápidamente, Camila recorrió la habitación e intentó comprobar si había alguna cámara en alguna parte. Después de buscar un poco, notó que había una cámara instalada en un lugar discreto cerca de la cabecera de la cama. Casi de inmediato, se oyeron golpes en la puerta. —Cariño, abre, soy yo. —Era la voz de Marilyn. Sus palabras se escuchaban arrastradas. Era evidente que estaba bastante borracha. Camila sonrió, apagó las luces de la habitación y abrió un poco la puerta antes de correr y esconderse en un rincón. Marilyn entró a trompicones en la habitación. Estaba demasiado oscuro y no podía distinguir dónde estaba el interruptor. Sin embargo, chocó con Damián, quien acababa de salir del baño. El cuerpo de Damián ardía de deseo y lujuria. Naturalmente, se abalanzó sobre ella sin decir palabras. Los sonidos de la cama crujiendo y los gemidos fervientes llenaron el aire. Camila sintió que se le calentaban los oídos al escucharlos. No podía

q—¡PERFECTO! El espectáculo está por comenzar! —Sabes, tengo bastantes grabaciones de video similares a esta —reveló Camila—. Dime, ¿qué harían tus amigos cuando se enteren de que les haces trampa en el juego de cartas e incluso les robas sus pertenencias? —¿Tú? ¿De qué estás hablando? ¡Este video es uno que editaste! ¡Eso es completamente falso! —Helen maldijo furiosamente. A pesar de que se veía confiada, estaba secretamente en pánico. Se lanzó de nuevo hacia Camila gritando—. ¡P*rra! Cuando Helen se abalanzó sobre ella, Camila no mostró piedad. Levantó una pierna y le dio un golpe preciso en la rodilla, haciéndola caer al suelo. Cuando Helen cayó, su frente chocó con la mesa de café, y la sangre comenzó a salir de su herida. —¡Oh, Dios mío, estoy sangrando! —gritó Helen al ver su propia sangre, completamente en pánico—. ¡Llévame al hospital ahora! Al mismo tiempo, un par de amas de llaves se apresuraron hacia la escena después de escuchar el escándalo. Sin embargo, temblaron y

19:—CAYENDO EN SUS BRAZOS —David, ¡no quiero continuar casada con un hombre que ya ha sido usado! ¡Y que además sea un estúpido cabrón como tú! ¡Quiero el divorcio! Dicho esto, Camila se alejó sin más. Camila sabía que Marilyn era una persona vengativa y no permitiría que el divorcio se desarrollara sin problemas. Sin embargo, no tenía miedo porque ahora trabajaba con Jeremy. Él estaba de su lado y ella no tenía prisa. Todo lo que tenía que hacer era esperar hasta que la reputación de los dos se hiciera trizas. Ella conseguiría el divorcio sin mucho esfuerzo. Cuando llegó el ascensor, Liam la alcanzó. Los dos entraron juntos. —Por favor, agradezca al señor Langley de mi parte dijo Camila con sinceridad. Liam se subió las gafas a la nariz y respondió fríamente: —El señor Langley me dijo que interviniera si usted no podía resolver el problema sola. Ahora le debes dos favores. —Pero esta vez no le pedí ayuda —protestó Camila mientras la comisura de sus labios se torcía. —No te v