CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPITULO 21; Plan —CLAUDIA— Debo aceptar que no esperaba la reacción de Harrison, creí que al escuchar lo que dijo mi padre me iba a juzgar y me iba a hacer sentir mal como todos cuando supieron lo que había pasado, porque la presión fue tanta que nos tocó irnos de nuestra ciudad, en cambio, él se quedó a mi lado y me escuchó hablar por horas de todo lo que me había pasado, y en ningún momento escuché que me reprochara algo de lo que pasó. Debo admitir que tal vez lo he juzgado mal desde que lo conocí y por eso me sorprende tanto su reacción. Que me llevara a la playa para que yo me pudiera calmar fue un gesto que no me esperaba, aunque lo hizo y se quedó hablando conmigo, me sacó una sonrisa cuando sentía que todo se estaba desmoronando de nuevo, y eso me ha gustado. Harrison hizo que pensara mejor las cosas y que no fuera tan dura con mi manera de pensar, y es que tiene razón en decir que yo no soy culpable de lo que sucedió, yo me negué a conducir y

CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 23; No siento nada por ti—CLAUDIA—Saco las llaves de mi bolsillo y cuando la puerta se abre encuentro una imagen que no se me hace nada agradable, yo diciendo que debía regresar antes de que él llegara al departamento y él muy cómodo dándose un beso con Kimberly. Pero qué puedo esperar de Harrison, nos casamos y eso no quiere decir que tengamos una relación, y no puedo pretender hacerle ningún reclamo.Se dan cuenta de que he llegado y los dos se separan, Harrison trata de detenerme y me suelto de su agarre para entrar en la habitación, no tiene que darme explicaciones de lo que hace con su vida. Lo escucho tocar la puerta y pongo música para no escuchar los golpes de la puerta, no quiero que venga a hacerse la víctima cuando claramente vi que se estaba besando con su hermanastra. Me saco la ropa y me entro al baño, quiero darme una ducha y dormir hasta mañana, la música se apaga y me pongo una bata para salir del baño, Harrison está sentado en

CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 25; Dudas—HARRISON— Llego a casa de Maya y le mando un mensaje para que salga. —Lo que me quieres decir debe ser muy importante para que hayas venido hasta mi casa. —Necesito hacerte una pregunta. ¿Qué pasó después de la muerte de Kay? —Lo que te contó mi prima, ella se deprimió y se tuvieron que cambiar de ciudad porque los papás de Kay prácticamente la acosaban por lo que sucedió. ¿Por qué? —Antes debo confesarte que yo no conozco hace meses a Claudia como ella piensa, la conocí hace cuatro años cuando vivía en su anterior ciudad. Cuando ella desapareció yo fui a preguntarle a sus amigos por ella y ninguno me dijo lo que pasó, luego vi a los padres de Kay y ellos incluso parecían felices, así que no me caben la cabeza cómo en ese tiempo Kay estaba muerto y sus papás estaban tan bien. —Sabía que algo estaba muy raro con lo de la boda a cambio de dinero, tú la querías a tu lado porque ya te gustaba desde antes. Pero ¿qué quieres decir con l

CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 27; Acosadora—CLAUDIA—Gruño enojada.Las ganas de ir al baño no me dejan seguir durmiendo, siento que se me va a reventar la vejiga. Trato de entrar al baño y escucho el agua cayendo, Rayza se debe estar bañando, me pongo las pantuflas y salgo en busca de otro baño en alguna de las habitaciones, entro a una y me llevo la mano a la boca para que el hermano de Rayza no escuche mi jadeo, él está dormido en la cama, trato de salir y parece que el seguro de la puerta se ha puesto desde la parte de afuera. Joder, joder.Camino como bailarina de ballet para llegar al baño que luce muy limpio, descanso cuando termino de orinar, me estoy acomodando el short y la puerta se abre logrando que se me escape un grito.—¡Sal del baño! —le grito al hermano de Rayza que me mira con una sonrisa y algo de confusión.—Este es mi baño, la que debe salir eres tú —me señala. Bajo la mirada por su cuerpo que solo es cubierto por una toalla—. ¿Me buscabas?—Buscaba un bañ

CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 29; Celos incontrolables.—CLAUDIA——¿Quieres que te diga que me acosté con él? Okay, sí pasé la noche en su casa y nos acostamos mientras nos reíamos de lo estúpido que eres —lo veo apretar sus puños. Su cara está roja por todo lo que digo. Sé que estoy mintiendo, pero si piensa mal de mí le daré motivos —. Y sí, no me quiero acostar contigo porque no te deseo, porque deseo a alguien más y porque estoy segura de que no vas a hacerme sentir nada. —Cállate —me ordena con voz enojada—. No quiero detalles de lo que hacías. —No, tú querías que yo hablara, ahora me escuchas —lo hago retroceder—. Ese chico que me trajo es mejor que tú en todos los aspectos y… —¡Que te calles! —me aprieta de las muñecas con fuerza—. Eres una… Lo interrumpo. —¿Una qué? No tienes derecho a juzgarme, el que me compró fuiste tú, ahora me aguantas. —Yo no te compré, y si fuera así tu padre pudo decir que no cuando le ofrecí el contrato, pero quería que estuvieras lejos d