— ¿Cómo estás, mi linda? ¡Espero que estés mejor que ayer! Veo que tienes muchas ojeras, ¿no has dormido bien?— En realidad, no. Siento mucho dolor en el cuerpo, estas erupciones aparecen en los lugares más improbables. Últimamente, están apareciendo debajo de las axilas, en las plantas de los pies, en esta parte aquí del cuello. — Ella muestra. — Son bastante dolorosas. No sé cómo lo estoy aguantando. Además, las aftas en mi boca están dificultando comer y hablar. Lo único bueno de todo esto es que tengo una cama solo para mí, así que nadie me golpea, empeorando mis dolores.— Luiza, creo que estás pasando los límites. Ya han pasado varias semanas sin que hables con Liam, y él sigue durmiendo en la habitación de invitados. ¿Crees que esto podría dejarlo cansado y llevar a una separación real? Piensa bien, hermana. Si esto no es lo que deseas, toma una decisión y quédate con él de una vez por todas. Creo que ya lo has hecho sufrir lo suficiente. Por favor, piensa en eso.— ¡No lo cre

Liam entra en la sala de estar con los niños en brazos. Saluda con un "buenas noches", pero solo Liz responde. Habla un poco con su cuñada, preguntando por los niños, y poco después dice que necesita subir a darse una ducha, pues está muy cansado y ha trabajado bastante. Los niños comienzan a llorar, queriendo que juegue un poco con ellos, pero él explica que, después del baño, bajará para jugar un rato antes de la cena. Los niños aceptan y él sube rápidamente al cuarto de huéspedes, donde se ha quedado desde la pelea con Luiza.—Tía Liz, juega con nosotros otra vez. —pide Leon, acercándose a Liz.—Calma, niños. Ahora voy a descansar. Estaba jugando con ustedes, pero en cuanto su padre llegó, me dejaron sola y corrieron tras él. Esperen a que baje para jugar con ustedes. Tía Liz está cansada y mañana aún queda mucho trabajo por hacer.—¡Tía, por favor! —Leon junta sus pequeñas manos frente a su cuerpo.—Niños, no insistan. Su tía acaba de decir que no jugará más. Así que vayan a la sa

— ¡No, mi amor! No te preocupes por eso. Eso fue un error, un error que cometí sin pensar en las consecuencias. Pero ahora todo es diferente. Nunca más cometeré un error. Te lo prometo desde lo más profundo de mi alma. Solo necesito tenerte cerca de nuevo. No importa cómo estés, lo importante es que te amo, y nuestro matrimonio es lo más importante para mí. ¿Recuerdas cuando el sacerdote dijo "en la salud o en la enfermedad"? Te quiero de cualquier forma, mi amor. Para mí, no importa. Incluso si estuvieras sin cabello, serías la mujer más hermosa del mundo. Ninguna otra vale nada para mí. Te amo, Luiza, y no tienes idea de cuánto me duele estar lejos de ti, de cuánto me duele tu silencio. Es como si cuchillos atravesaran mi cuerpo. Te necesito, mi amor. Perdóname, es lo que te pido. Perdóname. Te prometo que voy a recuperar la confianza que tenías en mí.— Sabes que será muy difícil, ¿no? Cualquier demora o retraso tuyo, me haré una idea equivocada, y sabes que no me quedo callada. Cu

Las dos continúan conversando en la cocina. Lis ayuda a Luiza a poner la mesa para que todos puedan desayunar juntos, como una gran familia. En pocos minutos, los niños bajan corriendo las escaleras, abrazando a Luiza y Lis con alegría.— ¿Qué les pasó? ¡Están tan emocionados! ¡Parece que hoy se levantaron con mucha energía! — pregunta Lis a Leon, dándole un beso en la mejilla a Belinda.— Tía Lis, ¿es cierto lo que dijo papá? — pregunta Leon emocionado.— Depende de lo que dijo tu papá. ¿Cómo puedo confirmar que es cierto sin saber lo que te dijo?— Papá dijo que hoy tendríamos vacaciones y pasaríamos todo el fin de semana afuera. Dijo que tendría unos amiguitos para que jugáramos. ¿Es cierto? ¿Es cierto? — Salta mientras hace la pregunta.— Sí, es cierto. Esta noche vamos a viajar, pero no exactamente para vacaciones. Pasaremos solo el fin de semana en casa de mis suegros, donde estarán los sobrinos de Jack. Estoy segura de que les va a gustar y podrán jugar mucho con ellos.— ¡Eeee

Lis comienza su consulta con una paciente que está en trabajo de parto prematuro. Su día empieza agitado, ya que debe actuar rápidamente para evitar un parto prematuro extremo, lo que podría llevar a la muerte del bebé antes de nacer.Lis acompaña a la paciente al tercer piso para iniciar el procedimiento de inhibición del parto y mantenerla bajo observación. Luego atiende a una segunda paciente que sufrió una caída y dejó de sentir que el bebé se movía. Tras el incidente, Lis la envía a realizarse una ecografía de emergencia. El resto de la mañana sigue siendo agitada, con mucho trabajo por hacer. La hora del almuerzo llega rápidamente, pero Lis solo se da cuenta cuando Jack aparece en su oficina, como había prometido.— Amor, ¿estás lista? Vamos a casa. Parece que no pudiste organizar nada. ¿Qué estabas haciendo? — pregunta Jack al entrar en el consultorio.— ¿Ya es la hora? Mira eso, ni siquiera me di cuenta de cómo pasó el tiempo. Fue un día ajetreado, nunca había visto un viernes