Josh llegó temprano en la mañana a mi casa y me mostró el contenido de la memoria USB, que contenía el relato completo de todo el incidente.Josh me dijo: —En realidad, después de que ocurrió el incidente y el gerente Martínez te llevó al hospital, revisé las cámaras de vigilancia en el techo, pero no encontré nada. Las grabaciones en ese momento habían sido hackeadas.—Como el hotel Internacional Starlight es de la empresa Boreal, no me atreví a ingresar a su sistema, pero según la información en esta memoria USB, obviamente hay alguien que la tiene más clara que nosotros, o en otras palabras... es muy posible que esta información provenga de...Josh no terminó la frase, pero ambos entendimos sin decirlo en voz alta. Por supuesto, sabía lo que quería decir.En la memoria USB, teníamos pruebas suficientes, lo que me parecía muy gracioso. Estos datos eran extremadamente oportunos y me permitieron verlo todo con claridad. Sin embargo, el manipulador detrás de escena no me dejaba satisfec

Por nuestra parte, todo está en pleno apogeo. Las noticias en línea sobre la rueda de prensa que tenía programada para pasado mañana estaban causando sensación, llevando la situación a un nuevo clímax.Los activistas en línea estaban convocando a los seguidores que no conocían la verdadera situación para que exigieran explicaciones durante la rueda de prensa. No me imaginé que una simple rueda de prensa causaría tanto caos.Después de un día entero de preparativos, me sentí agotada. Ivanna me vio cansada y me dijo con precaución: —María, ¡permíteme llevarte de vuelta! Necesitas descansar y estar en plena forma para la rueda de pasado mañana. Aunque la hemos planificado minuciosamente, necesitas estar en plenas facultades para adaptarte a cualquier situación. Veo que no estás en tu mejor estado.Luciana le hizo señas insistente para que dejara de hablar.Me pellizqué la nariz y suspiré, —Estoy bien. Después de la rueda de prensa, ¡tendré tiempo para descansar adecuadamente!Aunque dijer

Luciana también la miró, en realidad, nosotras dos entendimos sin decir una palabra que esta no era una situación que se podía romper de manera tan fácil.Ivanna siempre tenía la cabeza baja, Luciana suspiró y dijo: —Patricio es al menos un comerciante legítimo, pero Raúl es realmente impredecible. Ivanna, ¡en serio no estoy tratando de asustarte!Inesperadamente, justo después de que Luciana terminara de hablar, vio a Ivanna levantar la cabeza y sonreír ligeramente, y dijo sin preocupación: —¡Lo sé! ¡Lo supe desde el primer día que lo conocí!—María, ... ¿lo viste? Está terminada... esta chica está realmente acabada, ¡no hay salvación para ella! —Luciana se sintió tan molesta por la actitud despreocupada de Ivanna que habló de manera incoherente—. Esto es como apagar un fuego y que otro comience. Todavía no hemos resuelto lo de María, ¡y ahora tú vuelves a meter en un lío!—¿Qué quieres decir con que me metí en un lío? ¡En realidad, es el problema el que me ha encontrado a mí! —Ivanna

Atrapada dentro del coche, me aferré desesperadamente al asiento del conductor, manteniendo mi equilibrio para no caer. Una desesperación sin fin se apoderó de mí.Justo en el momento en que el coche estaba a punto de volcar, de repente volvió a su posición original. El impacto resonante me hizo sentir un dolor agudo en el pie herido, tanto que todo se volvió negro frente a mis ojos, y mis oídos zumbaban. Respiré profundamente y me abracé instintivamente las piernas.¿Qué sucedería en el siguiente segundo? Solo tenía un pensamiento: no quería morir dentro del coche.Escuché a alguien gritando frenéticamente: —…¡Ya basta! ¡María, María!En ese momento, supe que era la voz de Teo. Grité desesperadamente: —…¡No vuelvas! ¡Vete!Justo en ese momento, sentí que afuera todo estaba en caos, como si hubiera dos grupos de personas peleando, golpeando el coche y sacudiéndolo constantemente, pero ya no estaba volcando.Me acurruqué protegiendo mis piernas, rezando para que esta pesadilla terminara

Miré atónita hacia la puerta, un poco confundida, sin saber si lo que acababa de pasar fue un sueño o la realidad.Justo en ese momento, Luciana entró apresuradamente sosteniendo una bolsa llena de cosas y abrió la puerta. —¿Tienes hambre, verdad? ¡Te traje algo de comida, cómetelo rápidamente! ¡Has estado durmiendo mucho tiempo!Pregunté, aún medio adormilada, —¿Alguien vino mientras dormía?Ella me miró y respondió: —¿Aún estás dormida? Has estado durmiendo todo el tiempo, nadie ha venido. Parecías estar durmiendo tan bien que cerré la puerta y fui a comprar algo de comer para ti, ¡por si despiertas con hambre!Cerré los ojos por un momento y suspiré. Parecía que realmente me quedé profundamente dormida. ¿Quién más podría haber venido? ¿A quién estaba esperando?Me reí internamente y suspiré en silencio. Luego, con esfuerzo, me levanté de la cama, tomé la toalla que Luciana me ofrecía y me sequé las manos. Avergonzada, le dije: —Realmente he dormido mucho, ¡estoy agotada!—¡No me dig