ALLIETomo una tostada de la encimera y me siento para comérmela mientras mamá prepara café y al mismo tiempo atiende una llamada telefónica de la empresa donde trabaja.Estoy tan absorta en mis pensamientos que no me doy cuenta que he dejado de comer mi tostada y que miro hacia la nada. Solo pensando una vez y otra si será prudente salir con Rie a tomar un café.¿Y si reconoce mi voz?Tendré que cambiar la voz, aunque él no me ha escuchado hablar con mi voz normal, sino desesperada y la voz de cualquier persona bajo desesperación, ansiedad, etc puede variar de entonación.Quizás no deba pensarlo tanto. Quizás solo deba hacerlo, hacer nuevas amistades y...–¿Allie?–me llama mamá y salgo de mi ensimismamiento.–¿Hmmm?–No te has comido todo el desayuno, ¿estás bien?–pregunta preocupada y niego rápidamente.–No, nada. Solo estaba pensando en algo.–¿En el muchacho de la cafetería?–ríe al ver mi reacción y lo afirma–. entonces era eso.–No, no, no.–Si, si, si.–Basta, mamá–l

AllieLucas últimamente no ha venido a visitarme, se ha estado comportando muy extraño pero le doy su espacio, lo que sea que le suceda ya me lo contará después.Es lunes por la mañana, me doy cuenta de que la próxima semana inicio la universidad, y si, asisto a la universidad pero estaba de vacaciones. Aunque pronto se van a acabar y ya no podré despertar tarde pero me entusiasma un poco el hecho de que podré salir de éstas cuatro paredes y escuchar clases sobre lo que me gusta.Veterinaria.Desde muy pequeña he querido tener un cachorrito, específicamente un husky siberiano pero mamá nunca me ha permitido tenerlo debido a mis constantes alergias, infecciones, etc.Siempre tuve ese sueño frustrado de tener una mascota pero mi sueño es ese, rescatar, salvar, ayudar a los animales. Brindarles una nueva esperanza y una bonita vida.Miro hacia un costado donde está un peluche gigante de un cachorro con sus orejitas levantadas y lengua afuera. Fue un regalo por parte de Lucas, quie

Allie—¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí?—pregunto fingiendo valentía aunque por dentro muero de miedo.Negó con la cabeza.—¿Que quieres de mí?Silencio. Solo una sonrisa siniestra que logra desatar la desesperación en mí.—¡Suéltame! ¡Auxilio!—comienzo a agitarme en la silla con miedo y desesperación.—¡Cállate!—grita con fuerza.Me callo al instante por temor a que utilizara la fuerza física en contra de mi. En ocasiones es preferible callar aunque por dentro se quiera estallar, gritar y patalear, y con aún más razón si nuestra vida depende de ello, como me está sucediendo justo ahora.—Así me gusta—se acerca a pasos lentos y mi pulso se acelera.Por Dios, ¿qué me hará?–¿Por qué me haces ésto? No te he hecho nada.Su sonrisa es intercambiada por una mueca de incredulidad, como si no pudiera creer lo que acabo de decir.–Linda, ya te dije que no te tomes las cosas taaaan personales. Solo sigo órdenes.Enarco una ceja en su dirección sin comprenderlo.–Me drogaste, me traji

ALLIE Hace horas llegamos de la cafetería, cenamos juntas, vimos una película pero ahora son las 11PM, mamá tuvo que irse a dormir porque mañana tiene una junta y yo estoy aquí con el mejor amigo de todo el mundo que entró sin permiso por la ventana, pero así es él. Entra las veces que quiera y aunque sabe perfectamente que mamá no le diría nada por visitar a éstas horas continúa entrando como Flynn escalando la torre donde vive Rapunzel. -Entonces viste al chico que llamaste cuando tenías ansiedad y era el mismo al que casi le causas una quemadura de tercer grado por el café. -¡Lucas! -Lo siento, lo siento-se carcajea negando con la cabeza-, es que es gracioso. Aún estaba usando la camiseta que le manchaste. -Si pero ese no es el punto. -¿Y cuál es? -El punto es que no puede saber quien soy. -¿Y por qué no?-dice con la boca llena de papitas, ruedo los ojos y le quito la bolsa de un tirón. -¡¿Cómo que por qué no?!, ¡sería una catástrofe!-dramatizo y ahora es su turno de rodar

NARRADOR OMNISCIENTE -Algún hecho traumático en su vida debió desencadenar toda esta situación. Pero ella estará bien. Solamente debe tener paciencia, debe tener apoyo y...-Entiendo-Amy corta la conversación con el doctor y suelta un suspiro-. Debo tomar aire unos minutos, espero no le moleste. Y dicho eso, gira sobre sus talones para irse y poder pensar con tranquilidad, pero sucedió todo lo contrario. Solo tuvo las fuerzas para encerrarse en el baño a llorar durante una larga hora. No sabía que hacer. Amaba a su sobrina, ¿pero estaba dispuesta a soportar todo ese proceso? Tenía una vida, sueños que quería cumplir, ¿cómo podría hacerse cargo de una persona que no podía ni siquiera consigo misma ni su vida? No es culpa suya, claro está, pero ¿está lista?La culpabilidad la invadió por completo y comenzó a hacer memoria de todos los días en los que Haley le hablaba de su doble vida, ¡del chico invisible que la sigue a todos lados y la cuida! Parece una misión imposible cuidar de esa