Capítulo 81. Mucho enojoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoIvanna no me iba a dejar así, yo no lo pensaba permitir por ningún motivo. La amo y no la puedo perder, ni ahora, ni nunca. Es por eso que me trasladé a casa de Axel y de Amaia con el fin de verla. Necesitaba saber de ella ahora más que nunca y sé que estando con Amaia, ella es capaz de interceder ante Ivanna por mí. Ella es muy buena amiga y sé de sobra que lo hará y no me equivoqué, Ivanna llegó poco más tarde ahí con Axel y Amaia y cuando lo hizo, se encontró conmigo ahí.–Pasa, güera – Le dijo Amaia – Axel se está bañando, pasa y ponte cómoda. Dame tu maleta para llevarla a tu recámara. Qué bueno que te vas a quedar el fin con nosotros.Ella entró toda abatida, no me gustaba ser el que le ocasionara tantas molestias a mi güera hermosa, tengo que recuperar su confianza en mí, sé que me dejé llevar por los celos, pero esos hombres bien que lo tenían premeditado, todos se habían ido contra mí, por ser yo el n

Capítulo 83. Unos inmadurosIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoSobra decir que desde esa noche que tuve ese problema con Cris, yo no me sentía bien para nada. De hecho, estaba bastante triste y cabizbaja y no tenía ganas de hacer nada. Todo me estaba resultando pesado, difícil y complicado. Así pasé varios días en los que era una tortura verlo en la firma y más ahora que estábamos llevando juntos el asunto de Axel y su divorcio de Cecilia, esto era un infierno.Yo lo que mejor podía hacer era meterme de lleno en el trabajo para no estar pensando en tonterías, no quería pensar más en Cris y tenía que sacarlo de mi mente, pero a cada momento él se hacía presente, pues al ser mi pasante y asistente, tenía que venir a informarme cualquier cosa a la oficina.–Ivanna, te busca Axel – Dijo Cris al entrar en mi oficina – Dice que necesita hablar contigo de algo urgente.No le iba a dejar pasar esta, y ni una más, ya habíamos acordado que no me iba a llamar por mi nombre a secar, p

Capítulo 85. Corazón de piedraCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoMi dolor no cesaba a pesar del tiempo que transcurría, yo necesitaba estar al lado de mi adorada Ivanna, lo necesitaba tanto como el aire que respiro. Los días en la firma eran insoportables y nada me levantaba el ánimo y a ella parecía darle igual el que ya no estuviéramos juntos, era demasiado fría como si fuera una piedra sin sentimientos y sin corazón. Yo no podía más y un buen día quise tener un acercamiento con ella, cerca de la hora de la salida.–Licenciada Linares, le entrego los expedientes que organicé de los casos que ya se han cerrado – Le entregué las carpetas – Se los traje para que los revise antes de archivarlos.Tengo que convencerla para que nos demos una nueva oportunidad, voy a poner todo de mi parte para que no vuelva a pasar lo que pasó, aunque no me arrepiento de nada de lo que hice, pues estaba defendiendo lo que considero que es mío.–Muchas gracias, Cristóbal. Qué bueno que ha

Capítulo 87. Asalto planeadoIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoTenía mucho miedo y como pude había llamado a Axel y a Amaia que no tardaron nada en venir a la firma, claro que con ellos también vino la policía y eso me molestó. Seguramente, Axel había sido el de la idea de llamarlos y ahora ya no se podía hacer nada al respecto. Estaba muy alterada, más que nada, porque este “asalto” llevaba implícito el nombre de Cecilia, la desgraciada de la esposa de Axel.–Güera, yo lo siento mucho – Dijo Amaia – Axel, ya sabes como es y no me hizo caso de no llamar a la policía.–Sé de sobra como es mi amigo, Amaia y no te preocupes – Dije un poco alterada – Solo que era innecesario esto, ahora tendremos que ir a declarar y todas esas cosas cuando ya sabemos que la que vino a perpetrar este robo fue Cecilia.Esa mujer no nos quería dejar en paz, no entiendo que es lo que gana haciendo todas estas estupideces. No vamos a dejar que ella ganara, por mucho que Cecilia hiciera para meter

Capítulo 89. Un caso complicadoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoIvanna y yo no íbamos a regresar, a estar juntos y ahora lo sabía, pero no lo asimilaba y lo que era peor, aún me dolía demasiado todo lo que había pasado. Llegué a mi casa empapado porque me fui caminando y la lluvia me mojó con todo, lo que me daba igual y solo llegué y me tumbé en la cama quitándome el traje mojado y mientras lloraba lágrimas de dolor y de amargura, me metí a la cama y me dormí con todo ese dolor que mi mente llevaba cargando por todo el día.Al día siguiente luego de ser despertado por la alarma, hice todas mis cosas y me fui a la firma, viendo como estaba todo con Ivanna no quería echar más leña al fuego y que me fuera a correr y apenas llegué a la firma, pensé lo peor, al ver ahí su camioneta. Era demasiado temprano para que estuviera ya en la firma.–Hola, Cris – Me saludó Nadia – Qué bueno que llegas, necesito que me ayudes. La licenciada está encerrada en su privado y han llega