Es como si a ella se le fuera a salir el corazón.—señora Ferrero— habló Albert al observar el cuchillo que Katerin sostiene en su mano apunto de defenderse, él abrió la puerta lentamente porque trae bolsas de compras en sus dos manos—eres tu— respira con profundidad Katerin y baja la guardia, haciendo a un lado el cuchillo, la mujer coloca sus manos sobre la isla, como apoyo para sostenerse, porque había pasado un gran susto—¿Que le sucede señora Aniston?— Albert deja las bolsas de compras encima de la isla para acercarse a Katerin y ayudarla —pense que alguien venía hacerme daño, tengo los nervios de puntas Albert, regálame un vaso con agua por favor— pidió ella y vuelve a mirar el sobreAlbert se apresura a atenderle.—¿Desea que llame al señor Ferrero?— pregunta mientras le entrega el vaso con agua—descuida, ya me estoy tranquilizando—pero usted está pálida— él mira la palidez de la mujer Katerin agarra el sobre, y tan solo dio unos pasos y se desmayó, Albert siendo ágil

Teo corre siendo audaz, pero se está poniendo difícil la situación, al llegar a Zac, le retira la sábana con cuidado para no quemarse, pero lastimosamente se alcanza a quemar un poco sus dedos, el mira hacia atrás, y eso parece el camino del infierno, Teo traga grueso, y al mirar una puerta, la intenta abrir, pero tiene seguro, Teo desesperado propina fuertes patadas para poder abrirla, ya que el juego los está alcanzando, debido a que está consumiendo la madera que adorna el pasillo, sigue dando y dando fuerte, hasta que la logra abrir, él primero carga a Katerin, la entra a la habitación, es para invitados luego regresa por Zac, pero ya las llamas están muy cercas, Teo no tiene opción, sale para arrastrar a Zac, y las llamas alcanzo a quemar su pantalón, y también el se Zac, el desespero de sentir el ardor lo atormenta, rápidamente se retira el pantalón y luego Zac, ayuda a su amigo también a quitarle el pantalón, eso está provocando juego en la habitación, pero Teo agarra los pan

Alondra se quedó atónita.—señorita Ferrero, venga conmigo por favor— pidió educadamente el abogado, ella mira Alondra con odió, quería decirle miles de cosas, pero eso complicaría la situaciónEstando a una distancia.—¿Se encuentra usted bien?— el abogado le pregunta —si...—¿Algo que quieras decirme?—ella es la culpable, estoy segura—descuide, junto al detective privado, tenemos unas pruebas que nos llegaron por parte del señor Teo—Necesito que me informe por favor— pidió Emily fijando su mirada en él—lo haré, el señor Teo dejó una carta de que usted debía saberlo todo, además su padre en el testamento específico que usted queda a cargo de todos sus bienes —mi padre no va a morir—descuide, no baje la guardia, solo le aconsejo que no se deje ganar de la ira, que no se quede a solas con la señora Alondra—se que me tengo que controlar— suspira Emily—vendré mañana a primera hora, necesito hablar seriamente con usted y la señora Ferrero—esta bien—no tenga miedo, a su alrededo

Zac hace que Katerin le coloque alta voz al celular, y luego pueden escuchar.—Larry... Si me voy contigo ¿Prometes dejar a mi familia en paz?— pregunta Katerin siguiendo su juego, aunque ella sienta miedo—Familia— se burla Larry —¿Crees que ese imbécil de Ferrero te ama, él solo quiere jugar contigo, pero volviendo al tema porque no tengo mucho tiempo, presta atención a lo que te diré, porque mi paciencia está al límite.—lo que tú digas Larry, con tal que dejes a mi familia en pazLuego de aquella conversación, Zac llamó al detective y el abogado para una reunión privada, ahora que Larry llamó, puede facilitar las cosas, Emily está presente en esa reunión, aunque Katerin no deja tener los nervios de puntas, este encuentro puede ser para bien o para mal.—¿Qué me asegura que eso va a funcionar?— pregunta Zac con esa rudeza y arrogancia que lo caracteriza—señor Ferrero, no puedo asegurarle nada, al igual que usted, estamos en la expectativa de que pueda pasar, con este chip podremos

—¿La conoce señor?— pregunta él detective—¡Maldición! Es Loaiza, quiero que la busquen, ¡No puedo creer que se haya aliado con el maldito de Larry— gruñe Zac, desea el mismo ir en busca de esa mujer y hacerla picadillos por hacer sufrir a su familia —daré la orden señor— informa el detective y hace una llamada telefónica, mientras Zac está desesperado, no pensó en Loaiza —¡Esto debe ser una estúpida broma!— susurra Zac demasiado enojadoMientras Emily, sigue firme con su palabra, Larry la observa en silencio luego de que confirmó la transacción.—ya puedes ver que soy una mujer de palabra, aquí vengo hacer negocios— Emily lo mira con frialdad—si es así, envíame 500 millones de dólares —las cosas no funcionan así conmigo, no soy tonta, así que quiero asegurarme de que nos dejaras en paz—fijate que las reglas las coloco yo, así que me envías ese puto dinero ¡ahora mismo!—No. Si quieres matarme, hazlo, pero no podrás obtener el dinero, solo yo tengo ese acceso—¡Eres tan despreci