Los invitados comenzaron a marcharse, Emily se dio cuenta que a partir de este momento, ya no había manera de escapar o de abandonar esto. Emily se sentó, sintiendo como el aire frío golpeaba sus brazos descubiertos. —Debería entrar —dice Noah, Emily solo rueda sus ojos—. O está tan arrepentida que está buscando la manera de escapar. Emily giró su cuerpo y lo miró, se puso de pie y levantó una de sus cejas. Le extendió el anillo y se lo puso en sus manos. —No voy a irme, se supone que esa argolla es una muestra de que cumplo con mi palabra. Aquí estoy, no pienso irme a menos de que las cosas se pongan de una manera que no me guste. Si usted se comporta como un troglodita o un estupido arrogante, le aseguro que me iré. —Noah comienza a reírse. —No se preocupe, no la estoy atacando o algo parecido. Mire, entiendo que no es nada fácil esto, pero los dos asumimos todo esto. Yo me comprometo a no ser un ogro o troglodita, como quiera decirme. Solo le pido que hagamos que esto sea amen

Noah terminó de organizar las cosas para que pudieran llegar hasta una de sus propiedades. Llegar allí sería un lugar apropiado en donde no tendrían que hacerse pasar como esposos o algo parecido, él podría trabajar y enfocarse en sus cosas y ella podría encargarse perfectamente de Liam.Noah baja las escaleras y luego va hasta su carro encontrando en el camino a Emily. —Ya las maletas de Liam están listas, también aliste algo de ropa para mi —dice ella con un tono de voz ameno que demuestra lo feliz que la hizo Noah con lo de su universidad. —Perfecto. Puede decirle a uno de los choferes que los lleve. —Él la deja allí y continúa caminando.—Pero… ¿No irá con nosotros? —Noah se detiene y luego la mira..—No… si le dije que iríamos de luna de miel, era para que me comprendiera que íbamos de viaje. Más no a algo romántico, le recuerdo que esto solo es una fachada, sin embargo, es una fachada que se debe hacer bien. Por eso es este viaje, no quiero que las personas a nuestro alrededor

La noche llegó y a pesar de que hicieron que Liam pasara una de las mejores tardes de su vida, Noah y Emily no la pasaron tan bien. Noah sabía que se había equivocado, pero su ego era tan alto que no quería aceptar su error. Emily deja a Liam en la habitación y luego sale de allí, Noah está ubicado en la sala trabajando en su computadora. —¿Me necesita está noche? —ella le dice, ubicada sobre el marco de la pared.Él continúa mirando su teléfono y su computador sin prestarle algo de atención a ella, como siempre le daba prioridad a su trabajo que a los demás. —No, puede hacer lo que quiera con la noche.—Perfecto, entonces saldré a conocer el lugar —ella habla con frialdad, él es déspota, ni siquiera se da cuenta que ella se ilusionó bobamente con él, con algo que no existe. —Debe tener cuidado, no hay muchas personas alrededor, es una propiedad privada y puede perderse. —No le estoy pidiendo que se preocupe, soy demasiado grandecita y puedo cuidarme sola. —Noah subió su vista y

Emily se sentó sobre la arena, el suave viento movía su cabello y ella solo podía pensar en lo que pasó está noche.Ella giró su rostro cuando Noah se ubicó al lado de ella con dos botellas.—Creo que es mejor acompañar las penas de esta manera —comenta él, mientras da un sorbo a su bebida.—Usted me confunde, se comporta de una manera que no logro entender. —Noah esboza una sonrisa.—Muchas veces, ni yo mismo me entiendo. Lo siento, sé que no me he comportado de la mejor manera. Solo que no quiero que las cosas se malinterpreten.—¿Malinterpretarse o que me enamore? —Noah se pone serio, ella niega con su cabeza, ya el dolor de cabeza ha crecido, la cantidad de licor que ha bebido la sobrepasa.—No quiero que se enamore, porque le aseguro que yo no lo pienso hacer. —Ya lo sé, usted me lo ha hecho saber de algunas maneras. Usted tampoco es mi tipo, no obstante, aquí estoy y la verdad creo que ha sido el peor error. —Noah baja su cabeza, ante los comentarios de Emily—. Usted ha arrui

Isabel acomoda su ropa y se ubica detrás de la puerta, puede que uno de los guardas estén mirando. A ella no le conviene que los empleados de este lugar la vean cerca de Leo. En ese momento se abre la puerta y entra Noah con su hijo, quien al ver a Leo hace un gesto lleno de incomodidad.—¿Qué estás haciendo en mi oficina, hermano? —Leo acomoda su corbata y luego se pone de pie para saludar a su hermano.—La verdadera pregunta sería ¿Tú qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu luna de miel? —Noah deja su maletín y niega con su cabeza.—Decidimos volver cuanto antes, para seguir con nuestra vida, no hace falta estar en otro lugar para poder vivir nuestro amor. Pero, eso no viene al caso, al fin y al cabo es mi vida privada. Leo no me has respondido la pregunta que te hice ¿Qué haces en mi oficina? —Solo vine a buscar los documentos de la licitación. Pensé que querías ayuda sobre ello, sin contar que encontré unos trabajadores allí afuera, que te estaban haciendo así que quise poner m