—¿Cómo que Macon está en tu casa? —cuestionó Daliah a través de la videollamada.—Eso es todo lo que ha pasado hasta el momento. Así que encárgate de ponerte en contacto con el agente Fell en caso de que sea necesaria una extracción de emergencia —ordenó Soren. Estaba dentro de su despacho con las puertas cerradas para que nadie lo escuchara hablar con su hermana menor—. No sé cual es su plan, pero debo actuar con cuidado. Cualquier acción podría detonar una situación peor y no pienso poner en peligro a ninguna de las personas que están acá.—Esto es ridículo. Ahora mismo salgo para allá. Madeline, que preparen el jet —mandó a su asistente personal y luego volvió su atención a su hermano—. Es probable que en este momento los Velghary sepan donde estás, así que inventa algo para sacar a todos de ahí.—No creo que les haya dicho aún —planteó su suposición—. De lo contrario habría aparecido con un pelotón entero y ya estaría camino a Velghary. Y no olvides que nuestro primo siempre apues

—Brion de Velghary, el príncipe heredero al trono que hace cinco años decidió inesperadamente abdicar a su título, cómo también a sus responsabilidades para con su país —la vos de su primo se hoyó en el balcón. Dalia y Soren lo miraron con desconfianza—. Daliah de Velghary, la princesa que recibió el título de heredera cuando su hermano mayor desapareció ante cientos de invitados. Ella juró lealtad a la corona y a su familia, sin embargo, ha confabulado en secreto con su hermano para derrocar a la familia real. ¿Por qué?, ¿desean tener todo el poder para ellos mismos o simplemente es una venganza por la vida que les dieron?—¿Por qué continuas acá? Te ofrecí dinero, Macon. Tómalo y desaparece del mapa —demandó el mayor—. No me importa cuanto me amenaces, pero no creas ni por un segundo que no te asesinaré si tan sólo se te cruza por la cabeza la idea de lastimar a cualquiera de las personas en esta casa. Atácame a mi si es lo que quieres, golpéame tan fuerte cómo quieras, pero también

El grupo de autos se detuvo frente a la casa y todos bajaron, mientras que el personal cargaba las bolsas de las compras. Los padres de Clarisse no estaban para nada acostumbrados que hubiese personas dispuesta a cumplir con cualquier petición que tuvieran. Incluso llegaron a insistir en cargar sus propios paquetes, pero los guardaespaldas no se los permitieron bajo ninguna circunstancia, ya que Soren dio la orden de que los trataran cómo se merecían.—¿Liza? —llamó la pelinegra, entrando a la cocina en donde la encontró leyendo un libro mientras estaba sentada junto a la mesa y con los pies sobre otra silla—. ¿Dónde está Soren?—En reunión con la señorita Ariah —respondió, señalando con la cabeza hacia la dirección que está el despacho—. No hace mucho entraron, así que probablemente no salgan pronto.Clarisse torció los labios y fue al refrigerador para servirse un vaso de agua.—¿Problemas familiares?—Creo que se trata de un negocio que perdieron. Algo sobre diez millones de dólare

La camioneta plateada se detuvo frente a la mansión que estaba cubierta de nieve y unos minutos después la puerta principal de esta se abrió para darle paso a Lorna. Se veía hermosa incluso con toda la ropa de invierno que traía puesta, su belleza era algo que Macon no podía ignorar porque la pelirroja en verdad era preciosa.No obstante, él no estaba ahí para comenzar una relación verdaderamente, Lorna simplemente ocupaba un papel en su estrategia de conquista para llegar a sus primos. Claro que sabía quién era desde el principio, así cómo también sabía donde se escondía Brion porque estuvo siguiendo a Audrey el último periodo de tiempo. No era un estúpido cómo para montarle una cacería que terminaría alertando al mayor, justo cómo pasó, lo mejor era dejar que otros hicieran ese trabajo.Una vez identificó a las personas que formaban parte de su vida, necesitaba entrar de una forma que no pudiera bloquear. En primera instancia pensó en la rubia de cabello rizado, pero ella estaba con

El mundo era un lugar sumamente pequeño, eso lo tenía muy en claro, pero cuando supo que Jax y Soren se conocían, hasta le pareció diminuto. Luego resultó que el novio de su mejor amiga era un amigo de la infancia de Soren, comprendió que en realidad era un pequeño cumulo de tierra en el que millones de personas vivían apretujados.Lo más extraño es que ambos parecían conocer toda la historia del pelinegro, la que iba más allá de lo que le reveló hace unos días. Varias dudas flotaban en su cabeza y por más que intentaba ignorarlas, simplemente aparecían otra vez, manteniéndola en un siclo perpetuo de intriga.—¿Clarisse? —sintió que alguien la zarandeaba, rompiendo su concentración.—¿Qué? ¿Pasa algo? —inquirió, mostrándose aturdida.—No lo sé, tú dime. Lleve cómo cinco minutos hablándote y nada que reaccionabas. ¿En qué pensabas?—Lo siento, no es nada importante —sonrió, afable—. ¿Llegaste recientemente?—Sí, pero tú estabas en el País de las Maravillas, amiga.—Perdón, pero mejor c