Pov leandro—Señor mastronardi, la señorita nadia desea verloDijo la asistente de liam ingresando a mi oficina, luego del despido indirecto de lea ella tuvo que sustituirla, al menos hasta que consiga un reemplazo, uno que me tolere y resista mi mal humor, un par de chicas se han postulado para el puesto, pero estas; al tener que lidiar conmigo se marchan, luego de su partida suelo estar molesto todo el tiempo, cuestiono hasta lo más mínimo y nada de lo que hacen me parece bien.—Dile que estoy ocupadoHabía pasado un mes desde que lea se había marchado, y el compromiso con nadia era un hecho, Jazmín y Guillermo se habían esmerado para preparar la celebración la cual me parecía una estupidez.—Enseguida señor, otra cosa...los españoles no dejan de llamarlo, quieren negociar.Sabía que tenia que hablar con los Estradas una unión entre nosotros era lo mejor que nos podía pasar, pero aún no estaba listo; sabía que una negociación con ellos implicaba tener que viajar a Madrid y eso era l

Narrador El fin de semana llegó y con el, el viaje de liam; este debía de viajar a Madrid para coordinar una sociedad con los estradas, quienes eran viejos conocidos de los mastronardi; Una sociedad entre estos dos gigantes, simbolizaria una nueva era, en donde los Lombardi tomarían parte, al ser unos con los mastronardi.Con el nuevo compromiso de nadia y leandro, las tres familias estrecharian lazos creándose así una trilogía perfecta.—Espero que sepas manejar la situación.Leandro se encontraba explicándole paso a paso como seria la negociación con los estradas, el no daría su brazo a torcer y si los estradas deseaban trabajar con ellos, sería bajo sus condiciones. La oficina se hacia chica mientras esté no dejaba de caminar de un lado a otro, se sentía tentado de pedirle a líam que viera a lea, para saber cada detalle de su vida; pero sabia que eso era una pésima idea —Lo se...pero, leandro ¿Estas seguro que no quieras que la vea? Que le explique todo lo que paso.Era la terce

Pov Lea—Tu y yo no tenemos nada que hablarTrate de lucir imperturbable ante liam, quien no paraba de mirarme desde que llego, aunque por dentro el miedo no me dejaba respirar tranquila.—Lea...Tu sabes a que me refiero.Eso lo dijo caminando hacia mi, para tomárme del brazo, su voz salió un susurro mientras me arrastraba afuera de mi casa.—!Liam¡Solté, liberandome de su agarre, no quería ocultar la existencia de mi hijo pero tampoco quería que leandro supiera, al menos por un tiempo—¿Es cierto que estas embarazada?No esperaba que anton fuera capaz de hacer algo así, como contar algo tan delicado asi nada mas, pero ya no había otra salida, —Así es, estoy embarazada.Dije sin titubear, mirándolo directo a los ojos.—¿Leandro lo sabe?Su pregunta calo hasta el fondo de mi corazón y casi de inmediato las lagrimas amenazaron con salir, las cuales reprimi enseguida.—No....y no se lo voy a decir y espero que tu tampoco lo hagas.No sabía si liam guardaría el secreto, pero esperaba qu

Pov LeaAlgunos meses después...—Dante, por favor toma esas cosas que están sobre la mesa y llévalas al jardín.Mi vida relativamente estaba bien, con ayuda de Anton y Liam, mi madre, Dante y yo, nos habíamos mudado a una casa un poco más cómoda, mas cercana a la empresa, en cuanto a mi panza, estaba enorme y cada vez el nacimiento Samara se acercaba.Si, tendré una niña, aún continuo trabajando en KC, por su puesto no lo hago como antes, sino que asisto tres días a la semana. En cuanto a liam, bueno...El se a vuelto muy cercano a mi, viaja dos veces por mes a Madrid, en donde se queda con nosotros...por supuesto nuestra cercanía es por su sobrina de la cual aun leandro no sabe nada.—¿Necesitas ayuda lea? A la pequeña cocina de nuestro nuevo hogar ingreso liam, para ayudarme con algunos trastes, debido a mi recién cumpleaños, melissa, anton y liam, organizaron una pequeña comida al aire libre, en donde estaremos reunidos solo personas cercanas a mi, para disfrutar un poco.—No, ya

Pov LiamCasi corriendo apenas Anton detuvo su auto fuera del hospital, salí con lea en mis brazos, ella se veía muy agitada y con cada dilatación escuchábamos como reprimiendo su dolor.—Por favor necesito ayuda...la madre de mi sobrina esta por dar a luzFue lo primero que grite apenas llegue a la sala emergencia, en donde un par de caballero vestidos de médicos me ayudaron con el ingreso, tanto lea como yo nos encontrabamos con nuestras frentes empapadas de sudor, ella por luchar con él dolor y yo por correr todo este tiempo con ella.—Señor debe esperar aquí, necesitamos familiares del paciente, al parecer la señora Thompson ha perdido mucha sangreHabíamos tardado mucho en llegar, primero los nervios no nos dejaban pensar con claridad por lo que de manera torpe salimos de casa y segundo, un enorme embotellamientos nos retraso más de lo debido. Y eso lejos de ayudarnos, complico todo con leaLos tres tanto Anton, como la madre de lea y yo, caminábamos como locos por toda la sala de