Los cazadores, tenían horas discutiendo el ataque sorpresa a la mansión de Dianne. Estaban en una mesa bastante amplia, todos estaban parados alrededor, hacía bastante frío esa noche. Había relámpagos y truenos, se precipitó una fuerte lluvia, y de pronto no había electricidad. Todos quedaron en un total silencio, esperando escuchar cualquier cosa, estaban alertas. Pero lo único que podía escucharse era la fuerte brisa.— Tengo una idea, creo que Emma debería acercarse nuevamente a Nathan FitzGerald, tengo entendido que estuvo aliado a Dianne, debe conocer la cantidad de hombres exacta de la que disponen, también debería conocer bien la mansión, y los hábitos de la manada. No creo que sea buena idea atacar, sin antes haberlos estudiado — Salvatore era un líder nato, estaba hablándole a todos para poder planear el ataque sorpresa.— Andrew me dijo que no era conveniente acercarme a Nathan, porque podría averiguar nuestra ubicación ¿Ahora dicen que es una buena idea? Él podría ver sospe

Nathan, Austin, Salvatore y los otros miembros del Crew, se dirigieron al bosque. Los hombres lobos se habían transformado, y seguían el rastro del olor de la chica pelirroja, los cazadores tenían listas sus armas, atacarían sin dudar a quiénes interfirieran en su camino.Hacía una brisa fría, y no tenían miedo de correr en medio del bosque mientras las hojas secas sonaban bajo sus pies. Nathan sabía que la mansión de Dianne estaba bastante lejos de aquel lugar, se había sorprendido cómo habían ingeniado un camino para llegar hasta su propiedad. No podrían estar muy lejos, no con Emma herida.Salvatore no podía evitar ver a Nathan, y pensar que ese era el hombre al que amaba la chica de la que él se había enamorado. Haría todo lo posible por hacer que Emma lo amara a él, sería él quién la rescataría, era uno de los mejores cazadores, y se lo iba a demostrar.Estuvieron corriendo por horas, el lobo blanco podía oler claramente la sangre de su amada. Temía encontrar el cuerpo de Emma si

Nathan volvió a su forma humana, él y los cazadores se dirigían a dónde estaban los demás miembros del Crew. El hombre lobo de hermoso aspecto esperaba que Emma estuviera a salvo, pero, tenía una sensación muy extraña en su pecho. Su lobo estaba revuelto, sentía que algo malo había sucedido, y sus sospechas resultaron ser ciertas, al ver lo que estaba ocurriendo.Emma estaba acostada en una cama dentro de lo que parecía ser una habitación compartida. La casa era grande, lo suficiente para que todos los miembros pudieran vivir tranquilamente compartiendo los espacios.Andrew estaba limpiando la sangre del rostro de su hermana y le había puesto ropa limpia. Nathan notó que el rostro pálido, y de mejillas rosas, estaba en una tonalidad grisácea, y sus labios se veían azules. En ese momento, una profunda tristeza y arrepentimiento lo invadió, sintió que su corazón palpitaba con tanta fuerza, iba a estallar, empezó a sentir mucho frío a medida que se acercaba a la chica… Entonces ocurrió,

Después de una dura batalla, pudieron derrotar a los guardianes del Elixir. Salvatore trató de agarrar el Elixir, ya no quedaba tiempo. Había una barrera que no se lo permitía. Hizo todo lo posible por romper el encantamiento, pero era una tarea imposible. — Es un hechizo de escudo, no será fácil de romper, según lo que dice este libro — Le mostró a Nathan un libro que había encontrado en la cueva — Un poderoso mago fue quién se encargó de crear este hechizo, para proteger el Elixir de manos equivocadas. Usó ingredientes raros, muy difíciles de conseguir, y requirió una cantidad absurda de magia para hacerlo. Dice que sólo un alma con buenas intenciones, podrá tomar el Elixir, hasta el momento nadie ha podido atravesar la barrera o romper el escudo. Todos han tenido malas intenciones al querer poseer este objeto. — Déjame intentarlo, yo intentaré atravesar el escudo — Nathan estaba decidido, Salvatore quedó sorprendido al ver cómo el hombre lobo atravesaba el escudo sin ningún tipo

Mientras todas estas otras cosas ocurrieron. Brittany y Harold, los líderes de la manada de hombres lobos que se habían aliado con los vampiros, habían decidido que era hora de planear su próximo movimiento. Querían iniciar una guerra contra el mundo humano, pero para ello necesitaban la ayuda de al menos, un aquelarre de brujas. Después de días de investigación, habían logrado encontrar la ubicación de la casa de las brujas en el bosque. Brittany, Harold, y uno de los vampiros que los acompañaban, se adentraron en el bosque, llevando consigo un mapa que habían adquirido en su búsqueda. Mientras avanzaban por el bosque, la vegetación se hacía cada vez más densa y la luz del sol apenas penetraba entre las hojas de los árboles. De repente, escucharon un crujido detrás de ellos, haciendo que voltearan inmediatamente. — ¿Hay alguien ahí? — preguntó Harold con voz grave, con los sentidos alerta. Silencio. No hubo respuesta. Brittany se acercó un poco al lugar en dónde escucharon el cru