Capítulo 12.Malos Pensamientos.Raúl.Sería divertido trabajar con la novia de mi hermano, veremos si en verdad debo preocuparme por solucionar la estupidez de Bruno, su reacción fue bastante inesperada, supuse que tal vez y no le molestaría haber reprobado, al menos como para hacerla llorar, el viernes por la noche fue bastante tranquilo, los invitados llegaron y se instalaron en el hotel, desde mi oficina ubicado arriba del salón principal podía ver lo que ocurría en el salón, la señorita Castillo se veía muy enfocada con su trabajo, no recibí ninguna llamada con quejas o sus similitudes.—A qué debo tu llamada… ¿Sucede algo Bruno?. —Esta vez su llamada es sorpresiva, a decir verdad la primera vez.—¿Quieres ayudarme o estropearlo todo?, contrataste a Ada y estás allí con ella. —Esbozo una sonrisa al escucharlo.—Si, le di trabajo, debes estar feliz porque así tal vez ella pueda invitarte a cenar. —Bruno no sabe siquiera cómo cocinar o preparar una taza de café.—Mira Raúl, al pri

Capítulo 14.Debilidades.Ada.El recibimiento del abuelo de Bruno, no fue tan agradable como imaginé, tuvo razón al decir que se trata de un hombre difícil, pero cuando Bruno nos dejó a solas él inclusive sonrió.—¿Cómo conociste a mi nieto?, y disculpa mi actitud de hace un momento, él me ha presentado a unas mujeres detestables, en realidad no dejé que me las presente, al verlas decido no hablar con ellas. —Supongo que sus palabras me hacían sentir algo más cómoda. —Lo hice para ver como reaccionabas, eres muy bonita, no siento malas vibras de tu parte.—¿Malas vibras? —Pregunto sonriente, me recuerda a mi abuelo, siempre hablaba de cosas inusuales.—Si, hace unos dos años casi muero, he visto mi vida, más bien lo que hice en vida y recordé todo lo desperdiciado, no fue mi momento de decir adiós y ahora tengo ese don. —Él también sonríe cuando termina de hablar. — Pero quiero escucharte, tengo muchas historias que contar, eso no es importante. —Me gustaría tener ese don, normalmen

Capítulo 16. Plantada. Ada. El examen extraordinario lo tomó otro profesor, no pude ver a Raúl, al parecer él también quedó sorprendido porque lo vi a lo lejos algo distraído, muy diferente a la seguridad con la que entró a clases, esperé mi calificación y para mi tranquilidad la aprobé, quise acercarme a fin de darle las gracias, esa idea enseguida es borrada de mis posibilidades, veo a su novia y de inmediato me alejo, con apenas unos pasos en dirección a la salida del campus escuche mi nombre con su voz gruesa pero suave, he hablado poco con él, sin embargo tiene un tono de voz difícil de olvidar. —Ada, espera. —Volteo y los veo acercarse, no tuve de otra más que esperarlos — Ella es Laura, no tuvieron un buen inicio. —Ho… hola, lamento el malentendido. —Digo sin dejar de abrazar el libro y cuaderno, me sirvieron de escudo ante aquel momento incómodo. —Es un placer conocerte, quiero disculparme por lo sucedido, Raúl me explicó todo y en verdad estoy avergonzada. —Extiende s

Capítulo 18. Encuentro Gregor/Gregory... Gregorio. Siempre he sido astuto, con el paso de los años me he vuelto blando mi familia no se ha caracterizado precisamente por ser de los más bondadosos o considerados, siempre aplastamos a quien sea; si fuese necesario, no me creo del todo el amor de Bruno hacia su nueva chica, ella me agrada; pero considerando lo que vi anoche gracias a los detectives privados que contraté, o está jugando con las dos mujeres, o sigue estando estúpidamente ´´enamorado´´ de Jimena, conozco a su familia y no son mejores que nosotros, ellos educan a sus hijos para cazar a los hombre más ricos, durante generaciones lo han hecho. Esperé a mi nieto mayor, necesitaba hablar con él. —Raúl, se que eres consciente del juego de tu hermano menor, admito que este sentimiento de culpa me carcome día tras día por no haber actuado a tiempo, en su debido momento todo sería diferente, pero eso no significa que él sea igual a su padre. —Ya lo sabes, eso es evidente,. —Raú

Capítulo 20.Familia HarperLuizaDesde que Bruno abandonó su hogar, no he podido ser feliz de nuevo, me preocupa cómo estará viviendo, ni siquiera a mí que soy su madre, es capaz de dar señales de vida, quiero ir a buscarlo, pero no tengo idea de dónde habrá ido, el púnico quien debe saber su paradero es su hermano mayor, pero conversar con él es casi como hablar sola, por razones que desconozco el ha vuelto a esta casa, no veo la hora de verlo lejos nuevamente.—¿Estás llorando, Luiza?. —Mi esposo me descubrió sollozando, no intentó ocultarlo.—¿Y qué esperas?, mi hijo no está, y tú te atreviste a dejarlo en la calle. ¡No te importa nadie más que tú mismo!. —El sin pestañear va hasta el balcón no sin antes servirse una copa de vino.—La decisión fue suya, siempre ha sido rebelde, y ahora no se lo permití; debe asumir las consecuencias, siempre le he dado todo, aunque es débil, ni una pizca de la fuerza que esperaba en uno de mis herederos. ¿Sueños y metas?, esas palabras no las to