Un nuevo dia de instituto habia llegado y mi cuerpo y mente aún se encontraban en la hermosa noche que habiamos logrado pasar todos juntos en el restaurante. Tara no hizo nada mas que amenzarme por texto a que le contaria absolutamente todo o las cosas no irian bien, le creia. Y tenia la razón por la cual hacerlo. Recordaba a la perfeccion aquel dia en el que ella no me habló durante un mes entero por no haberle contado que habia tenido mi primera vez con Esteban, se habia enfadado tanto como nunca antes la habia visto y lo único que pude hacer fue esperar a que su enojo se fuera y pueda perdonarme. Aún que esta vez, no habia algo tan extravagante por contar. Solo habiamos cenado felizmente, permitiendole a mi corazón conocer a William. - ¡Hey! di un pequeño brinco al escuchar alguien hablar detras mio. - ¿Te he asustado? ..-pregunto Esteban. Apareciendo en mi vista-. Siempre hago eso, pense que te habias acostumbrando. - No, .. si .. Bueno, tal vez ..-balbuceé-. SI, lo he hecho.

Nuestros labios se mezclaban a la perfección, era una sensación distinta. Completamente diferente a la que estaba acostumbranda al sentir cada vez que besaba a Esteban. Algo en mi era distinto como si fuera nuevo, exclusivo. Su mano que estaba en mi mejilla se oculto en mi cabello haciendo que me acercara aún mas a el incrementando la tensión del beso. No podia creer que mi cuerpo respondiera por completo a el, por completo. Mi mano que se encontraba quieta subio hasta su cuello jugando con su cabello como el se encontraba jugando con el mio. Suavemente se acerco hacia mi haciendo que mi cuerpo lento vaya acomodandose en la cama. ¿En serio iba a suceder? ¿Ahora? No sabia que responder a la cantidad de preguntas que comenzaban a aparecer en mi cabeza. Aún que quisiera apartarlo habia algo dentro de mi que queria que el permaneciera asi. Mis manos inquietas bajaron hacia su abdomen al igual que las suyas comenzaron a moldear mi figura. El al separarse tiro de mi labio inferior de la

Fue como una corrida de tiempo que sucedió hasta que después de un millón de arreglos nos encontrabamos en el salón. Aún no había visto a nadie, tan solo a mi madre y Alessia quienes se estaban encargando de que hasta el último detalle estuviera perfecto. ─ Bien, creo que es el momento en el que debemos de salir. ─anunció Alessia. ¿Estaba nerviosa? Para nada. Solo estaba a que mojaba mis pantalones, pero lo usual, nada nerviosa. Ambas mujeres se colocaron a mi lado y me guiaron hasta el salón, como si este fuese un simulacro de una boda había un camino largo, no demasiado en donde en el final un William con una sonrisa me esperaba. Había una gran cantidad de personas que no podia conocer, la gran mayoria estaba segura que eran invitados por parte de William y sus padres. Mis pasos se volvieron mas lentos cuando la silueta de Esteban se encontraba al lado de Tessa, su rostro no era feliz. Estaba triste, al igual que mi corazón. ─ Sigue caminando. ─susurro mi madre audible para amb

Sorpresivamente la fiesta acabo siendo un lujo para todos los invitados quienes se retiraron felices deseandonos un buen camino por delante. Mi madre en muchas ocasiones trato de hablar conmigo para poder aclarar y despejar toda su furia de lo sucedido con Esteban pero William en ninguno de esos instantes se lo permitió. Cuan agradecida estaba por ello. Al acabar la fiesta, nos fuimos hacia nuestra casa junto a William y sus padres también. Ellos cuatro eran las personas mas felices del planeta por nuestro compromiso, mientras que nosotros dos .. Nosotros dos .. Eramos dos personas forzadas a casarse sintiendose realmente confundidos el uno con el otro. ─ Traeré unas bebidas. ─exclamó mi padre con felicidad. Todos asintieron a excepción mia y de William. ─ ¿Ustedes no beberan? ─ No. ─respondi primero─. Creo que ya he bebido lo suficiente por el día. Tú ─mire a william─. Puedes beber si lo prefieres. Pero a pensar de mi aprobación este nego rapidamente: ─ Prefiero que no sea a

Desde que eramos dos pequeños sin saber nada de la vida, me había enamorado de ella. Me había aferrado a una idea de verla competir por el mismo caramelo millones de veces. Al volver a italia le rogue a mis padres volver a verla no sola una, millones de veces lo hice. Hasta que un dia la noticia de que mi compromiso con ella llegó a mis oidos, mi vida habia cambiado. En años lograria casarme con ella, iba a hacerlo. Segui todos sus movimientos a pensar de estar a millones de kilometros de distancia, me encargue de ver cada uno de sus progresos a distancia. Si, incluido en el momento que Esteban llegó a su vida. Sentía celos, unos celos mas enormes que el mismisimo planeta mismo, pero los contuve. Ella sería mia, no importaba cuantos hombres llegaran a su vida nosotros lograriamos estar juntos y me encargaria de que cada día sea una posibilidad de enamorarla. Y ahora, Lo había conseguido. Ella me habia dado la oportunidad que tanto habia esperado por años. No era por mi, sabia que