SustoNarrado por ReyzelLlevo casi a Keira arrastrandola hasta el ascensor, cuando las puerta se cierran ella se zafa de su agarre y cruza sus brazos en su pecho enfadada.— ¿No viniste a verme porque tenías una cita doble?, ¿Y en el mismo hotel que te cité? — pregunta furioso porque haya hecho eso.— Para que hablemos de mi hijo… — empieza ella.— Nuestro hijo — la interrumpo.— Mi Hijo, — recalca con énfasis — podemos hacer eso perfectamente en mi oficina.— Y yo lo quería en un lugar más privado y que no nos molestaran.— ¿Pero no podía ser en un lugar público o algo? ¿Tiene que ser en una habitación? — Es un sitio privado — digo volteando los ojos.— Tanto mi oficina como esos lugares son privados — me contesta como si el fuera un tonto.— En la habitación nadie nos molestaría.— Es para hablar de mi hijo, no hacer otra cosa.— Es, n u e s t r o h i j o — le digo letra por letra corrigiendola nuevamente.En ese momento el ascensor llega a la planta indicada, la última, donde est

Dejarse llevar Narrado por KeiraKeyzel duró en la clínica solo dos días, los antibióticos que le pusieron lo mejoraron favorablemente, el doctor nos comentó que su salud mejoró rápidamente por el buen cuidado que el niño tiene, pero que debemos seguir cuidándolo así, porque por un resfriado, aunque sea pequeño se le podía inflamar la garganta de nuevo, le recetó un medicamento que le podrá servir cada vez que sientan que pueda enfermarse y nos despachó hasta la casa.Cathy después de hablar conmigo se fue a cambiar a casa, volvió con comida del restaurante, pero tuvo que volver a irse, ya que tendrá que atenderlo mientras yo esté cuidando a mi bebe.Cuando le dieron de alta yo me tuve que ir con Keyzel ya que mi niño no quería despegarse de él, gracias a Dios mi bebe se durmió en el camino y al fin su padre se fue a su casa y yo pude respirar de tenerlo tanto a mi lado.Me tome una semana en casa para cuidar yo misma a mi bebe, Cathy se quedó atendiendo el restaurante sin problemas,

Un paso importanteNarrado por Keyzel La mayoría de los hombres que estaban conmigo eran policías encubiertos como guardaespaldas, investigaban a fondo cualquier cosa que lo llevase al hombre.Luego de que llegara con el niño sano y salvo, decidimos en ese momento llevarlo a donde su médico para que lo chequeara, por si le habían hecho algo que no se le notara, porque era muy confuso el haberlo encontrado solo en ese lugar, pero gracias a Dios que mi niño estaba completamente sano, no tenía ni un solo rasguño, al parecer cuando el atacante dijo que no le haría daño era verdad.Cuando nos sentimos satisfechos y que no tenía nada, los lleve a casa.Yo quería quedarme y dormir junto a mi hijo, pero me avergonzaba pedirlo, al final me fui cuando mi niño estaba ya dormido, no pude dormir esa noche, así que regresé al otro día bien temprano, no quería despegarme de él, y aunque había personas vigilando la casa, yo lo que quería era quedarme con ellos.Dos días después encontraron el cuerpo

Seamos felicesNarrado por Keira— Pues… — dice Reyzel mientras se acerca a mí — ya que estamos solos… — me agarra de la cintura.— ¿Qué propones que hagamos?— ¿Qué tal si estrenamos cada rincón de la casa haciéndote mía?, y por la noche me gustaría que saliéramos a cenar — puso la otra mano en mi mejilla — cuando volvamos, tomarte de nuevo hasta que la noche se acabe y salga el sol encontrándonos unidos — apreté los muslos por el retorcijón que me dieron sus palabras.— Me parece la mejor de las ideas — dije con la voz ronca de la excitación.Ni bien termino de decirlo que ya me está besando con urgencia, alevosía, le respondo igual, porque mi deseo por él es potente, es algo difícil de explicar.Con sus dos manos me alza como si no pesase nada y yo enredo mis piernas en su cintura, el polo que llevo de él se sube, lo que le da acceso a que me toque directamente la piel de mi trasero.Camina pegándome a la pared.— Pues empecemos aquí — sus verdes ojos están oscurecidos por el deseo

Mis padres luegos de tantos añosNarrado por KeiraYo no sabia que hacer, mentira, si sabía lo que quería, echarlos, hacia más de ocho años que no sabia de ellos, porque nunca me hablaron luego de lo que pase.Entro completamente a la oficina lo más calmada que puedo, me digo mentalmente, que solo tenía que ponerme en modo trabajo y tratarlos como si fueran clientes, así que me aclaro la garganta, antes de hablar.— ¿Qué hacen aquí? — Keira, nosotros te estuvimos buscando todos estos años — habla mi padre primero.Kevin Barnes de casi cincuenta años, un Español militar, de cuerpo grande y cara ruda, pero que siempre fue un padre cariñoso, por lo menos en toda mi niñez fue así y mi madre, Meira Beato, una gran abogada, mi ejemplo a seguir, que aunque fue un poco más dura, era una excelente madre, pero todo eso cambió cuando a ellos le llegaron el dichoso video, editado, mostrando como si a mi me hubiera gustado que me violaran entre todos.— ¿Y? — respondo con rencor — Tardaron ocho a