POV ZAHIRA No digo nada durante todo el trayecto hacia la casa de Allarik, detesto cuando me trata como si yo fuera un adorno el cual él puede mover de un lugar a otro cuando le venga en gana y no es así, con esto una vez más queda confirmado que de donde provengo solo hay puros hombres machistas, orangutanes y arrogantes.Miro por la ventanilla del auto para no observarlo a él, en mi interior se arremolinan una mezcla de sentimientos y deseos que creo que explotarán en cualquier momento si no los saco de una u otra forma. Pero no quiero tocarlo, no se lo merece y no pienso seguir abriendome de piernas cada vez que el chasquea sus dedos. Sigo creyendo que aún poseo algo de dignidad, poca, pero aún la tengo.A medida que Allarik avanza por la carretera del risco, las pequeñas embarcaciones que se encuentran resguardadas en Port Hercule se van volviendo cada vez más diminutas, no me cansaría nunca de ver el paisaje que ofrece las casas ubicadas en la zona más alta del risco de Saint Ma

POV ZAHIRA —¿Te gusta? —pregunta el con la voz ronca y yo no soy capaz de decir nada por la puta argolla que me atraganta—. Te he preguntado algo, Zahira —gruñe mientras mueve con rudeza los dedos que mantienen en mi interior y yo grito.La sensación es tortuosa, dolorosa en maneras infinitas, pero estoy tan excitada que no me importa soportar.—Hij... e... put... —digo como puedo y lo escucho reírse a carcajadas.Recuesta su cuerpo sobre el mío y me susurra al oído mientras sigue torturando mi feminidad con su mano:—¿Cómo has dicho? ¿Qué quieres más? —niego de forma frenética con mi cabeza.Dudo mucho que mi cuerpo pueda seguir aguantando más.Adentra un poco más sus dedos y me siento llena por completo, no sé cuántos tenga dentro, pero duele como el demonio.Gimoteo por la sensación tortuosa, pero inmensamente placentera, ya no sé ni como sentirme al respecto, mi sexo palpita tanto que siento que explotaré por segunda vez en cualquier momento.—Eres jodidamente apretada —susurra m

POV ALLARIK Mi boca se une con la suya y exploro con mi lengua hasta lo más profundo de su garganta, ahogadando cada uno de sus sonoros gemidos. Sus piernas comienzan a temblar y todo su cuerpo se pone rígido, esta cerca de correrse, pero aún no es el momento.—Aguanta —digo sin despegar mi boca de la suya—. Aún no es el momento.—No lo aguantaré más —pronuncia suplicante y me muevo con más fuerza.Coloco mi mano en la argolla que une las cadenitas que sostienen las pinzas y la jalo un poco hacia arriba, su cuerpo se arquea y muerde con fuerza mi labio inferior hasta hacerlo sangrar, grita como posesa cuando vuelvo a jalar la argolla que se encuentra situada a la altura de su ombligo y su barbilla tiembla al igual que su cuerpo.—Lo jalaré a la cuenta de tres y cuando lo haga la sensación será tan intensa que te aseguro que tendrás el mejor orgasmo de tu vida —digo con la voz ronca y ella asiente—. Uno...—comienzo a contar y su corazón palpita tan fuerte que siento que se le saldrá e

POV ALLARIK —Entonces, ¿qué esperas? —la desafio y ella sonríe con malicia. Coloca sus dedos en el elástico de mi pantalón y mis boxers, y tira hacia abajo, mi erección es liberada y ella la mira como si fuese lo más divino que hubiese visto en su vida. —Primero hay que humedecerla un poco —susurra mientras se agacha y humedece su labio inferior con su lengua dandome entender lo ansiosa que está —. Me podría hacer daño si no lo hago —dice fingiendo inocencia, pero su mirada endemoniadamente candente, demuestra otra cosa. Siento una punzada en la verga al ver la manera tan indecente en la se comporta y me encanta contemplar lo que he creado. Yo he sido el que le he enseñado lo que ahora sabe y jamás en la vida permitiré que ella tenga la oportunidad de experimentar con otra perdona lo que tanto me costó inculcarle. Zahira, lleva sus dos manos a mi falo y lo aprieta con fuerza, tomo el barandal entre mis dedos y lo sostengo con firmeza, siento que si no me apoyo de algo caeré al m

POV ZAHIRA Unos brazos varoniles me rodean por la cintura y yo pongo mis manos con cariño sobre ellos, sé que es Allarik y a pesar de que en muchas ocaciones me haga perder la paciencia, no podría estar enojada con él. No quiero que ese sea el último recuerdo que me quede del hombre que quiero.—¿Qué sucede? —susurra a mi oído y un nudo en la garganta me impide decirle lo que tanto e pospuesto.Suelta mi cintura y me gira tomándome de los hombros para que lo encare.—Sabes que la propuesta de que te vayas conmigo aún sigue en pie —pronuncia como si me pudiera leer la mente y soy incapaz de sostenerme la mirada—. No te niegues la oportunidad de ser feliz con alguien a quien si quieres —agrega levantándome el mentón con dos de sus dedos y yo vuelvo a enfocar mi mirada en él.—Es fácil decirlo, pero las consecuencias que tendré que pagar si huyo contigo tienen un precio muy alto —digo bajo.—No estarás sola —replica.—¿Y quién me garantiza que no me dejaras en cuanto te aburras? —le lan