Capítulo LXXXVIIILa historia de los Dioses. Parte VMelinda Milet. –Pero creo que sería muy bueno tenerlo cerca, así podría ayudarnos a curar a los heridos durante las batallas. –Le dije a Neptuno con una sonrisa en el rostro, feliz por la noticia de que estaba bien. –Podría ser, pero no sé si esto es lo que quiera este amigo, y no puedo obligarle a nada, además esos puestos están ocupados. –Dijo Neptuno mientras que miraba al hombre con respeto, sabía que algo iba mal, pero este hombre me daba la confianza para poder asumir hasta la cabeza de los custodios de los curanderos. –La verdad, pienso que se le puede incluso crear un puesto, en caso de que no haya ninguno, él fue el único que pudo saber acerca de mi veneno, y bueno, a pesar de que no me pudo curar, fue quien me dijo como podía mantenerlo a raya para poder vivir más tiempo. Y mantuvo el secreto como le fue ordenado, creo que este vampiro puede ser uno de los principales hombres que lleve la salud de nuestros guerreros. –D

Capítulo XCLa nueva historia. Parte II.Melinda Milet.–Ha iniciado una nueva parte en el capítulo de esta guerra. –Le dije a Vanessa. –Sí, también lo presiento así, Neptuno ha cambiado un poco y ahora está mucho más agresivo que antes, pero esto no es malo, sin embargo estoy seguro de que la razón de esto es que quiere que la lucha cambie lo más pronto posible, no es muy seguro de que las cosas vayan a salir del todo bien, más sin embargo creo que es correcto que tome un poco esa actitud, sin embargo, cabe mencionar que no quiero ser parte de las personas que están del otro lado, porque estoy segura de que Neptuno quiere ponerle fin a esta guerra lo más pronto posible, y para todas las personas que están presentes en aquel lugar, está guerra podría ser su fin. –Fue la respuesta de Vanessa.–Hay miedo en el ambiente, el miedo está presente en todos lados, eso lo sentimos todos, el único que no tiene miedo es Neptuno, y está batalla se está convirtiendo en una batalla muy indivual y

Capítulo XCII Los humanos. Melinda Milet. Estaba regresando de la jornada de trabajo de varios turnos, la reconstrucción de la ciudad iba de forma acelerada, mientras que el resto de las personas ya estaban regresando a sus casa habituales. Me sentía a gusto con los hechos que acontecían y aún más debido a que todo el progreso que había traído toda esta guerra era mayor del que había antes, era la bonanza, el periodo de reconstrucción después de una guerra. Entré a la casa, allí estaba la comida servida solo para Neptuno que estaba sobre la mesa mientras disfrutaba de la comida, pero lo veía pensando mucho. –¿Estás bien? –Cuestioné, lo observé más pensativo de lo normal mientras que comía. –Hola cariño. –Me dijo con suavidad –. Realmente hay muchos problemas ahora, me temo que debo de hacer algo, pero aún no estoy seguro de lo que deba o pueda hacer... –Pero, si siempre haz hecho lo que tú corazón te dicta. ¿Qué te impide hacerlo ahora?–Que no todo puede depender enteramente

Capítulo XCIIILos humanos. Parte III.Melinda Milet. –¿Crees que sea correcto lo que está haciendo Neptuno? Creo que se ha dejado cautivar por la belleza de esa mujer, por eso no quería que fuera a verla, ella es muy poderosa con esa magia de su belleza, ni siquiera las mujeres pueden resistir a ese encanto. –Dije muy molesta mientras que estaba tratando de calmarme. –Melinda, la verdad es que creo que estás exagerando mucho, –me respondió Amaray mientras que se sentaba en la cama al lado de Vanessa –eres una exageración andante justo ahora, porque la verdad es que has logrado hacer en tu mente una escena de celos, que solo puedes hacer tú. –Amaray tiene razón, lo único que tienes es que estás celosa, esa es la verdad de todo, estás celosa acerca de lo que ha hecho Neptuno, pero sin embargo más de una vez te ha enseñado lo poderoso, que es, lo inteligente que es, y te ha enseñado que no miente, todo lo que dice es una realidad, sin embargo, justo ahora no creo que se haya dejado s

Capítulo XCVLa carta.Melinda Milet. Era increíble y realmente un misterio total lo que decía esa carta, hablaba de otro mundo, hablaba de que el señor de los Dioses no era de este mundo, sino que había venido de otro lugar, un lugar que desconocemos, y además hablaba de muchas cosas extrañas, cosas que para nosotros aún son desconocidas… mientras que Neptuno seguía leyendo la carta en voz alta para todos, incluso el mensajero no dejaba de sorprenderse antes alguna de algunas de las revelaciones que había en ella, al parecer este hombre se había convertido en algo muy importante para ellos, pero una cosa era segura, este hombre no era de este mundo, y por otro lado, era un hombre, no entiendo cómo se convirtió en el señor de los Dioses, sin embargo Neptuno seguía leyendo el relato con calma; “Antes de contarle toda la historia que lo haré en distintos cuentos, les diré un poco de mí, como les dije antes, mi nombre es Anmi, soy un joven de apenas 27 años de edad, estudié en una pres