Dos meses habían transcurrido desde aquel día en que los destinos del piel canela y la cobriza se habían entrelazado, Altair estaba cada vez más ansioso, no había logrado gran progreso con Andrómeda y eso comenzaba a sacarlo de sus casillas, se preguntaba la razón de las miradas de la chica, unas veces con coraje, otras, le parecía, notar tristeza en los verdosos ojos de la chica al verlo, como si de alguna manera por breves lapsos no lo mirase a él, si no, a alguien más, alguien que le había causado mucho dolor, sabía que aquella joven no soportaba su presencia y no precisamente por el par de incidentes que los tenía en esa incómoda situación, no, había algo más que la estaba atormentando, algo desconocido para el y para todos, leyendo una y otra vez aquel informe que Amelie le proporcionó comenzaba a preguntarse si había algo más oculto tras b

La noche anterior había sido pesada, la regadera en el departamento de Altair hacía eco en el silencioso lugar, el piel canela se preparaba para el día, tenía ese tedioso proyecto que entregar y precisamente en esa fecha tenía una maldita reunión de las 5 familias, cosa que no podría aunque quisiera, ignorar y dejar pasar.Aún sentía las lágrimas de la hermosa cobriza mojando su fuerte pecho, aún tenía la sensación del frágil cuerpo de la joven entre sus morenos brazos, y además de todo, estaba más confundido de lo que podía soportar, ya no estaba seguro de lo que quería hacer, aún sentía su orgullo herido, pero ver a la jovencita en ese estado lo había quebrado, y lo peor era que no comprendía el porqué.Tomo una elegante camisa color vino con bordes de oro en el cuello, el saco negro que se ajustaba bien a su

Un par de jóvenes caminaban por un largo pasillo en dirección a la oficina del rector de la prestigiosa universidad Carrington, la joven de hermosa piel nívea estaba decidida a dejar de lado las preocupaciones de un latente y doloroso pasado, para concentrarse únicamente en cumplir con los proyectos que le exigía la beca que tanto trabajo le había costado obtener, si aquel primer proyecto resultaba ser del agrado de su benefactor, se aseguraría no solo de tener la beca completa que cubría las cuotas de la prestigiosa universidad, también ganaría un apoyo mensual en efectivo para cubrir gastos necesarios, aquello suponía un beneficio extra que le ayudaría enormemente a mejorar la calidad de vida de su pequeña familia, estaba decidida a conseguirlo, no dejaría que sus sentimientos y miedos le arruinaran una oportunidad única que aseguraba su futuro y el de su pequeño hermano

El ex pelirrojo era una manzana podrida, y aun así, había logrado su sueño de convertirse en un cantante muy famoso y reconocido, cuando ella cada semana asistía a la fría tumba donde yacían los restos de la que fue su amiga quien tenía un futuro por delante, futuro que fue arrebatado abruptamente que por ese maldito.Cada semana hacía la misma promesa sobre aquella fría lápida de mármol, defendería a cualquier chica o chico que se hallará en peligro, no permitiría que hubiera más víctimas como ellas lo habían sido, sería el príncipe que no pudo ser para ella con todo aquel que necesitará que lo defendieran, con aquella promesa eterna hacia la hermosa Mía Brown, Andrómeda Miracle desafiaría a aquel que provocó el terrible calvario que llevaba en secreto dentro de su pecho.- ¡LARGATE! ¡NO QUI

- Hay algo más que debes ver padre- el apuesto ojo celestes, le entrego a su padre un par de fotos más donde aparecían André y Andrómeda tiernamente abrazados.- es, ¿la señorita Miracle?- pregunto con desconcierto el patriarca.- Así es, tu bastardo es quien se encarga de ella, la tiene viviendo en uno de los departamentos que mencionaste, Andrómeda quedó huérfana hace años y desde entonces el asumió la responsabilidad de ella y su hermano menor, hace un par de años llegó una tía con ellos y ahora también vive allí, Andrómeda además trabaja en la tienda de ese hombre y según mi fuente, está enamorado de ella, y, al parecer, ella lo está de el - Draco estaba irritado, enterarse de golpe de que su padre tenía otro hijo, y, además, ese mismo era el amor de la mujer que quería para él e