Nuestros cuerpos se juntaron como si nunca hubiéramos pasado un momento separados; nuestros labios se pertenecían el uno al otro. Sabía que estaba mal, ya que Asher no se había ido hace mucho, pero nunca me había sentido más segura en mi vida de algo que no fuera Zadie. Nunca me sentí de esta manera con Asher. Tal vez el vínculo entre la pareja de los hombres lobo no era tan fuerte como el de los Licántropos. Recuerdo que Zade dijo eso en el aeropuerto de Rusia. Tenía que ser eso. Tal vez mi loba estaba apareada con Asher, pero, en mi forma humana, estaba apareada con Zade. Tal vez esa era la razón por la que Raven y yo no nos llevábamos la mitad del tiempo. Tenemos diferentes parejas. No es de extrañar que constantemente discuta conmigo sobre Zade. Caray, Paisley, no es el momento de pensar en todas esas tonterías cuando tienes a un Licántropo increíblemente atractivo, besándote. Volví a centrarme en la tarea que tenía entre manos. ‘Misión: follar a mi pareja’ está en orden.

*ADVERTENCIA: ¡CONTENIDO EXPLÍCITO!* Luché por alejarme de Nico mientras me arrastraba hasta la cama y me arrojaba violentamente, arrastrándose sobre mí. "No te resistas", gruñó, abriendo mis piernas con su rodilla y colocando su pelvis contra mi cuerpo. Sabía que ceder sería mejor, pero no estaba dispuesta a caer tan bajo. Me sentía como una esclava sexual y se me partía el alma al pensar en tener sexo con alguien que no fuera Zade. Si alguna vez lograba escapar de esto, ¿Zade me rechazaría? ¿Sería intocable después de esto? Mis pensamientos se desbordaron. Nico rompió mi camisa por la mitad y mi pecho desnudo quedó a la vista. Sus ojos se volvieron negros como si su licántropo luchara por mantenerse a raya. Me sentí humillada y me cubrí los ojos mientras Nico se llevaba uno de mis pezones a la boca como un salvaje. "He esperado este momento durante tanto tiempo", declaró Nico con una voz más profunda e intensa, como si su licántropo interior se hiciera cargo. No dije n

Aunque sabía que esto significaba que Nico intentaría matar a mi bebé porque no era suyo, sentí alivio al saber que era de Zade. Solo tenía que intentar salir de aquí. Pero sin mis poderes ni mi loba, no iba a ser fácil. Semanas después, sorprendentemente, Nico no ha intentado matar al bebé, por lo que supongo que no ha encontrado una medicina lo suficientemente fuerte para hacerlo. Con el bebé siendo licántropo, brujo y lobo, puede ser imposible. Es temprano y los pájaros cantan fuera de la ventana. Estiro los brazos y siento un revoloteo en el estómago. La emoción me invade. El bebé se estaba moviendo, nunca lo había sentido antes, y se movía con ansiedad, lo cual era extraño. Entonces, de repente, puedo oír la voz de Zade como si estuviera fuera de mi ventana. Pensé que debía estar soñando, que no podía estar realmente despierta. Es imposible que esté oyendo su voz. Me apresuré a ponerme en pie, mirando por la ventana, pero no había nadie. Pero fue entonces cuando oí la voz

Mis ojos se abrieron y, cuando mi vista se enfocó por fin, el dulce rostro de Zadie me miró con cariño. Sus pequeñas manos me acariciaron la mejilla. "¡Mami!". Su voz chirriaba de emoción. ¿Me estaban engañando mis ojos? ¿Estaba alucinando? Me aterrorizaba que esto fuera solo un sueño y que pronto me despertara de nuevo en la habitación del sofá. Me apresuré a ponerme en pie, rodeando con mis brazos a Zadie, rezando para que no fuera un sueño. "¿Pais?", dijo Zade detrás de mí. Enfrentándome a él, miré entre los dos y las lágrimas llenaron mis ojos. "¿De verdad estoy de vuelta?", pregunté, sin estar muy segura si creerlo. Zadie me agarró de la mano, devolviendo mi atención a ella. "Sí, mami", soltó una risita. “Eres boba". "¡Oh, gracias a Dios!", sollocé, cayendo de rodillas. Zadie se sentó en mi regazo, acurrucándose en mí. Zade se acercó, sentándose en el suelo a mi lado y nos abrazó a las dos. "Oh, señor", dijo mi madre. Ella se volvió hacia el pasillo y g

Me quedé mirando fijamente a la mujer que tenía delante. "Disculpa, ¿dijiste hermana?". Creía que las cosas entre Zade y yo iban mejor, pero parece que todavía tenía secretos que sentía que no podía contarme. "Sí, soy su hermana". La miré con desconfianza. "No sabía que Zade tuviera hermanos". Antes de que Chantelle pudiera responder, el timbre volvió a sonar y Zade entró acompañado de Zadie. Cuando sus ojos se posaron en la mujer que estaba frente a mí, se congeló, colocando a Zadie detrás de su espalda. "Zade, cuánto tiempo sin verte. ¿Cuántos años han pasado ya?", dijo Chantelle, sonriendo. "¿Qué demonios estás haciendo aquí?", se burló Zade, mirándome como si me llamara hacia él. Lentamente, me acerqué a él y su hermana me observó de reojo. "¿Qué? ¿No confías en mí?". Parecía estar dolida por su reacción. "No, para nada", afirmó Zade con dureza. Chantelle entrecerró los ojos hacia Zadie, quien se quedó husmeando alrededor de Zade con curiosidad. "¿Tendrás