Una vez mis labios se adhirieron a los de Zade, todo mi ser anhelaba por él. Nunca había sentido esto en mi vida, ni siquiera con Asher. Se me escapó un gemido y Zade me abrazó, haciéndome sentir su hombría, y suavemente mordí su labio inferior. Cuando nos separamos, gemí nuevamente. Nos miramos a los ojos como si pudiéramos ver nuestras almas. “Pais, creo que debemos parar. No quiero hacer algo de lo que te arrepientas”, suspiró Zade. Levanté la mano para acariciar su mejilla. "Dime que no sientes nuestra atracción y me alejaré", declaré. Zade me miró fijamente, pero evitó la pregunta. "Así es, quiero esto", susurré. Zade me levantó rápidamente, sin dudarlo, y envolví mis piernas alrededor de su torso mientras nos besábamos. Me llevó al sofá y me acostó despacio. Zade se quitó la camisa, tirándola a un lado, y mis ojos fueron directamente a su torso, recorriendo cada músculo y tatuaje sobre su cuerpo bellamente esculpido. Extendí la mano, trazando los pliegues de su abdomen,

Asher y yo corrimos lo que parecía una eternidad, hasta que por fin paramos para tomarnos un respiro. Me incliné para recuperar el aliento, y cuando por fin pude hablar, me di la vuelta para mirar a Asher. “Nunca planeé hacerte daño. Lo siento”, me disculpé. Él miró a sus pies por un segundo y luego levantó la mirada. "Solo quiero que seas feliz, Paisley", él respondió. Sonreí. "Gracias”.Ambos nos dimos la vuelta rápidamente cuando escuchamos pasos detrás de nosotros, y cuando me di la vuelta, encontré a mi hermanito parado allí sin aliento. "Hunter, ¿qué diablos estás haciendo aquí?", le reclamé, agarrándolo del brazo. “No puedes estar aquí. Es demasiado peligroso”, proclamé. Hunter puso los ojos en blanco. “Lo que digas, estaré bien. Yo también quiero ayudar al Licántropo”, suplicó. Asher y yo nos miramos. “No puede quedarse, Asher. Es demasiado peligroso”, expresé. “Por favor, puedo ayudar. Puedo vigilar en caso de que alguien venga por nosotros”, declaró Hunter con

3 meses después... Mientras bajaba de mala gana las escaleras hacia la cocina, la casa estaba llena de miembros de la manada que se apresuraban a llevar pasteles y comida hacia el jardín. Suspiré y continué mi camino. Cuando entré, Asher y mis padres estaban sentados en la mesa hablando. "Buenos días, cariño", dijo mi madre mientras sostenía a Payton en sus brazos, meciéndola para que se durmiera. Me quedé mirando a Payton. Debe ser una sensación increíble crear una vida con la persona que amas, y que ambos estén ahí para amar a ese hijo juntos. Sin embargo, el dolor se apoderó de mí y me obligué a apartar la mirada de mi hermanita. Fui directo a la nevera para tomar el jugo de naranja, sin siquiera saludarlos. Agarré un vaso para servirme el jugo, y luego me giré para mirarlos mientras tomaba un trago, notando cómo me miraban fijamente a través del cristal. "¿Qué?", pregunté, mirando entre ellos. “Paisley, hoy es tu cumpleaños. Almorcemos con Cypress y Sukie. A Cora tambié

“Buenas tardes, gracias por llamar a la oficina de abogados Davis e hijo; soy Paisley. ¿En qué puedo ayudarle?", respondí cortésmente. "Sí, por supuesto, permítame tomar su nombre y número, y le diré que lo llame más tarde". Tomé su mensaje y terminé la llamada. Agarré algunos archivos y los llevé al cuarto de atrás. "Paisley, ¿sigues aquí?", preguntó Jordan, que se acercaba a la esquina. "Sí, solo estoy terminando algunas cosas de ayer, luego me iré", proclamé. “Deberías haberte tomado el día libre. Es tu cumpleaños, y ese esposo tuyo es más divertido que estos papeles”, dijo mientras se reía disimuladamente. Ah, sí, mi esposo. Últimamente las cosas han sido complicadas entre nosotros, y a decir verdad, preferiría trabajar en vez de tener que discutir con Asher sobre tener hijos. Él no entiende por qué no estoy preparada y, para ser sincera, yo tampoco lo entiendo. Me reí incómodamente al ver como mi compañera de trabajo piensa que mi esposo es un galán. "Sí, es un deleite

Al despertar jadeando y notando que todo estaba muy oscuro, me di cuenta de que tenía las manos atadas detrás de mi espalda y los pies pegados a una silla. Respiré profundamente para identificar algún aroma que me resultara familiar, pero lo único que percibí fue el olor de moho y alcantarilla. El agua goteaba y el aire estaba frío. ¿Sótano o calabozo? Con toda la mierda que me ha pasado, no me sorprendería si estuviera en tiempos medievales. Tiré de las cuerdas, pero era inútil. Estaban cubiertas de acónito, y cada movimiento me quemaba la piel. Mi boca está libre, así que puedo probar mi suerte y enfrentarme al nuevo monstruo que lidera a los Licántropos. "¡Oye, imbécil, da la cara, maldito cobarde!", grité. Pronto, escuché la puerta abrirse, antes de volver a cerrarse de golpe. El olor que llenó mis fosas nasales me abrumó. No, no puede ser. "Hola amor, ha pasado mucho tiempo", dijo Nico, y mi corazón cayó al suelo. Tomé un respiro profundo. "¿Cómo?", dije, haciendo una paus