"¡¿Qué?! ¿El Amo Hoult no sabe cocinar y quiere que yo le enseñe?”, ella arrastra las palabras burlonamente. "De ninguna manera". Ella coloca su mano sobre su corazón y se abanica dramáticamente. "Oh, tranquilo mi corazón".Me rio de buena gana, me acerco y aprieto su rostro hasta que sus labios se fruncen. "Vas a ser mi muerte", bromeo, ella aparta mi mano con un golpe y me sonríe de vuelta."El clima es increíble, ¿cómo se baja la capota?", ella dice, buscando el botón para bajar la capota del coche."Es el botón azul. ¿No estás preocupada de que tu cabello se arruine?", le pregunto, y ella se ríe, sacudiendo su cabeza."¡No! ¿Estás bromeando? Qué mejor sensación que tener el viento en el cabello en una calurosa tarde de verano"."Aire acondicionado", yo digo secamente, mientras ella presiona el botón, y la capota de mi Maserati convertible se abre."¡Relájate y vive un poco, Hoult!". Observo a Shayla mientras ella levanta sus brazos, con los ojos cerrados y la sonrisa más mara

"¡Claro que no!", respondo después de tragar mi agua, él sonríe y asiente."No hay bebé, lamento decepcionar", él dice con una sonrisa: "Lo que quería hablar contigo era eh, bueno, a la familia de Shayla le gustaría conocerte a ti y a Papá. Su madre estaba muy molesta porque nos fugamos; ella siente que le robaron de ver a su hija casarse en la boda y el vestido blanco, lo cual es comprensible, por supuesto”.Elaine Hoult mira a su hijo inexpresivamente. "Sí claro, Tristan, entiendo completamente cómo se siente su madre porque también me siento muy robada de ver a mi único hijo casarse"."Entonces, ¿los conocerás entonces?", él pregunta esperanzado, y yo solo los veo, devorando un par de donas.Elaine suspira: “Sí, los conoceremos. Con una condición". Ella se inclina y me mira, llenando mi rostro con donas y arruga la nariz con disgusto. "¿Estás segura de que ella no está embarazada? Esa es la segunda dona que se come en sesenta segundos"."¡Madre!". Cole la regaña mientras ella l

Conoces esa sensación cuando estás a punto de quedarte dormido, en la cual tu mente y tu cuerpo están en un estado de paz total. Así es como me siento ahora mismo, en este mismo momento con Shayla. No podía concentrarme en nada más que en ella. Su olor embriagador, la forma en que ella mordisqueaba su labio inferior, la forma en que el viento soplaba suavemente su cabello oscuro hacia atrás. Ella es electrizante, y cuanto más tiempo paso con ella y la conozco, más me siento atraído por ella.Ni siquiera voy a explicar nuestro beso antes. Si no hubiéramos sido interrumpidos, casi puedo garantizar que hubiéramos tenido sexo en esa isla de la cocina. No había forma de que hubiera encontrado la fuerza para detenerme; no, cuando se trata de Shayla, mi cuerpo actúa por su cuenta. No puedo dejar de tocarla. Sigo diciéndome a mí mismo que deje de buscar excusas para tocarla o abrazarla, pero no puedo hacerlo. Ella es como este imán que sigue atrayéndome. Como ahora, hemos tenido un tiempo inc

"Uhh", me quejo, eliminando la oración que acabo de escribir para este correo electrónico por centésima vez. Necesito volver a solicitar mi beca para volver a la universidad y obtener mi título, pero parece que no puedo escribir bien la redacción de este estúpido correo electrónico. Miro hacia arriba cuando escucho el sonido inconfundible de los tacones al tocarse con el piso de mármol. Veo a una rubia de piernas delgadas, caminando hacia mí, vestida de alta costura de cabeza a pies, sus rizos sedosos rebotando con cada paso que daba. Ella lucía como si acabara de salir de una pasarela, por el amor de dios."¿Puedo ayudarte?, le pregunto mientras ella pasa a mi lado caminando hacia la oficina de Cole. Ella me mira, sus gélidos ojos azules me recorren antes de sonreír."Estoy aquí para ver a Tristan", ella dice dándose la vuelta y caminando hacia su oficina de nuevo. Me levanto y la sigo.“Disculpa, ¿tienes una cita? No puedes simplemente entrar a su oficina; él está ocupado", digo i

Sonrío desafiantemente y lamo mis labios deliberadamente mientras él mira. "Yo también. Puedes tenerla acostada en ese escritorio y darle tan duro hasta que ella vea al mismo dios e igual a mí...", susurro rozando mis labios sobre los suyos. "No me importaría", termino, sus ojos se levantan hacia los míos, y él solo me mira por un largo rato antes de sonreír."¿Oh? Pero lo que estoy escuchando desde aquí…”, él susurra pasando su pulgar a lo largo de mi labio inferior. "No coincide con lo que veo en tus ojos", él agrega, pasando su dedo índice por un lado de mi cara. "Me estás mirando con ojos tempestuosos, cariño"."Tal vez sea porque me estás haciendo enojar con tus tontas suposiciones", le digo, alejando su mano de mi rostro. "Eres libre de hacer lo que quieras con quien quieras. No me debes una explicación. Tú serás el que sea llamado infiel, no yo", digo, agachándome bajo su brazo y caminando directamente hacia la puerta antes de que él me atrapara de nuevo."¡Esto no ha termina