Aquellos ojos color miel se cruzaron con los míos, mi corazón se aceleraba con cada segundo que pasaba, aquel que estaba parado frente a mí, en la puerta de mi casa, era nada más y nada menos que Tony, con pantalón negro y camisa de manga corta del mismo color, tenis deportivos rojos, aquel chico alto, cabello corto color avellana, tez clara y fornido, era mi ex, el que me rompió el corazón en mil pedazos, no lo podía creer, me había encontrado con Tony Creewtl.—¡Tony! —mi madre lo mira con asombro—. ¿Qué haces aquí?.—Yo... —Tony no me quitaba la mirada de encima, parecía muy sorprendido.Mi madre estaba a punto de decir algo más, p

Tal vez era buena idea, sonaba como una completa locura, pero era lo que había, si el alejarme de él no funcionaba, puede que tenerlo cerca si.—Por mí está bien —digo encogiendo los hombros—. Probemos.—Gracias —dice Tony dirigiendo su mirada a Bastian—. ¿Te parece buena idea Bass?.—Si a mi novia le parece correcto, yo la apoyaré, puedes quedarte en mi casa el tiempo que quieras.—Muchas gracias —Tony parecía más tranquilo—. Perdón por el golpe, me enojé, y siento lo del vaso roto.—No te preocupes por lo del vaso, son solo

Aquella sensación de rabia y nostalgia invadía mi cuerpo, no podía creer que después de tanto tiempo sin vernos, sin saber de nuestras vidas, ahora como si nada me buscara, la última vez que me permití verla a los ojos, fue cuando la encontré manteniendo relaciones sexuales con Tony.¿Pero qué les pasaba a todos?, ahora resultaba que los que más me habían lastimado en el pasado, se negaban a dejarme seguir adelante, de pronto, me entraron unas ganas inmensas de tenerla frente a mí, y decirle todo aquello que en su momento no fui capaz de decir, pero a los pocos segundos aparto aquel pensamiento de violencia verbal.Borro el mensaje y coloco mi celular en la mesilla de noche, me sentía traicionada por todos, en especial por Saskia, no me interesaba hablar con ella, pero algo me inquie

Miles de recuerdos crueles se me vinieron a la mente, como una lluvia imparable de verdades cubiertas sutilmente de mentiras, su rostro, aquel que me dolía ver y que sacaba lo peor de mí, la versión más nefasta que habitaba en mi interior.Parada frente a mí como si nada hubiera pasado, mi ex mejor amiga, Saskia Steferyk.Aquella chica de mediana estatura, cabello largo rizado color café, ojos oscuros, tez apiñonada, vestía una mini falda color amarillo, una sudadera blanca y zapatos blancos.—¡Crystalle! —abre los ojos como platos y sonríe muy triunfal—. Estas hermosa...yo...—¿¡Qué demonios haces tú aquí!? —le grité