Cuando Clark escuchó la pregunta se sintió incómodo, quería experimentar con ella pero no estaba preparado para ese nivel de intimidad pensó,  entonces le aclaró: No te imagines cosas — dijo él serio Yo no he imaginado nada, solo pregunté si en caso de una emergencia yo tendría acceso a su habitación — espetó a la defensiva sonriendo, estaba disfrutando de su incomodidad, si no le gustaba estar cerca de ella ¿para qué diablos la eligió de escolta? pensó Ahh, sí por supuesto… pero necesito discutir contigo sobre algunas reglas Ah sí volvemos a esas misteriosas reglas Lo hablaremos más tarde, cuando vuelva Robertson, ahora debo ocuparme de algunas cosas de la empresa, te mostraré tu habitación acompáñame Ella lo siguió por una escalera hasta el tercer piso, había un salón de invierno allí, tenía ventanas francesas que dejaban entrar mucha luz, pero también demasiada visibilidad para un asesino calculó, si

Cuando Sophie bajó para desayunar se había convertido en la prometida de Tomás Clark Henderson, los sirvientes estaban extasiados y muy sorprendidos al encontrarla en la casa de su jefe, ella no comprendía a que se debía tanta euforia pero todos estaban muy contentos de tenerla allí, cuando terminaron de desayunar se fueron a la empresa, temía que la recepcionista de la planta baja la reconociera, pero cuando ingresó la mujer no tuvo idea de quién era, Henderson la presentó a unos cuantos ejecutivos que estaban en la recepción tomando un café y leyendo el periódico, ella se sorprendió al ver que su prometido tenía razón, ella era la nueva noticia, todos querían saber quién era la “dama del señor Henderson”, estaba en los titulares de las revistas de chismes más populares, trataba de actuar como si estuviese acostumbrada a toda esa at

Dos minutos antes del primer disparoSophie estaba tan molesta cuando llegó que no había revisado el perímetro, cuando Henderson se paró ella levantó la cabeza para mirarlo , como era tan alto su mirada fue guiada hacia el techo, fue cuando vio al tirador recostado en una de las esquinas de la terraza que era de vidrio transparente, no tuvo tiempo de advertirle simplemente usó toda su fuerza para atraerlo hacia sí y obligarlo a ponerse de cuclillas con ella para luego entrar debajo de la mesa que ahora era el único obstáculo que impedía al tirador de meterles una bala en la cabeza¿Qué pasa? – preguntó él muy despistado¡Maldita sea Henderson te dije que ya no te pusieras en frente de una bala!¿De qué estás hablando Gates?Hay un tirador en el techo¡Mierda! — el intentó