— Es verdad que todavía no termino de aborrecerlos, especialmente porque ha muerto mucha gente inocente en medio de esta guerra entre manadas — Manifestó Emily recordando a Daniel, aunque se había enterado de que pronto moriría igual se sentía culpable recordando su última palabra — Sin embargo, también he visto todo lo que has hecho por mí y por mi hijo, buscando la forma de tenernos sanos y salvos. — ¿Entonces eso es un sí? ¿un no? ¿un tal vez? ¡me enloqueceré! — Exclamó Sergio arrodillado todavía, mientras Emily se reía de sus ocurrencias especialmente lo impaciente que era. — Entonces eso es un si… acepto ser tu maté — Confesó Emily con una sonrisa tierna ocasionando que Sergio abriera los ojos con ilusión mientras le colocaba el anillo en el dedo &iacu

Se montaron rápidamente en los caballos para dirigirse a la gran mansión de los Miller’s; para después entrar al vehículo de Sergio dirigiéndose al hospital central; debido a que le habían manifestado a Emily que se encontraban en actividad de educación física cuando el pequeño Leo acompañado de un compañero se treparon por un árbol y al momento de bajar cayeron juntos de cabeza dándose un gran golpe, quedando inconscientes. Cuando llegaron al hospital Emily se dirigió a la recepcionista donde suministro la información de su hijo para dirigirse al segundo piso en compañía de Sergio a la sala de espera, donde se encontraba la madre del otro niño con la directora de curso. — ¿Cómo se encuentra mi hijo? — Manifestó Emily agitada apenas llegó, ocasionando que se voltearan las dos a verla — &

Emily se levantó de su dulce sueño, saliendo de la habitación para encontrarse a Nicolas riendo a carcajadas con su madre; sorprendiendo al verlo ahí. Cuando se dio cuenta de su presencia, se levantó para saludarla de beso en la mejilla comentándole la razón de su visita, no quería mentir más. — Sergio nunca la abandono, las cosas sucedieron diferente a lo que crees — Manifestó Nicolas serio sorprendiendo a Emily, no pensó que se hubiera enterado del tema tan rápido —, Sergio si la quiso, ella fue la que se alejó por culpa de su familia por eso mismo va a responder si es su hijo. — No es solo responder como pensaba hacer José, es que le falto ese amor paternal al niño estos años — Dijo Emily entendiendo perfectamente la situación, porque, aunque le daba todo su amor puro al pequeño Leo sa

— Perdóname Emma, pero ella es el amor de mi vida — Confesó Sergio mirando la tristeza que invadía los ojos de Emma; entendía que debía elegir entre las dos Emma’s quedándose con la loba de su lobo y la mujer de su vida. Soltó a Emma, donde salió a correr detrás de Elizabeth quien iba llegando a la entrada para coger un taxi; sentía tanto dolor que no era capaz de devolverse por su pequeño hijo, pero fue alcanzada por unos brazos que la acorralaron abrazándola por la espalda; quería soltarse no lo quería a su lado mientras él susurraba que lo perdonara, que la amaba y que había aclarado sus dudas. Emily no sabía si creerlo o no, intentando soltarse en medio de las lágrimas hasta que cayó al suelo acompañada de Sergio quien no la soltaba.  — Eres y siempre vas a ser el amor de

Sergio se encontraba emocionado había logrado dar con información exacta de Sam a pesar de no tener muchos datos de su información personal; anotó la información de las dos posibles residencias donde vivía siendo una mujer de 80 años aproximadamente, sorprendiéndolo, pero si era el destino de Emily la iba a apoyar en lo que sucediera. Así que, decidió colocarse de pie para ponerse su saco y salir de la oficina directo hacia las empresas Bustamante.   Bajo el ascensor, dirigiéndose a su recepcionista para después iniciar su camino en su vehículo; donde sentía la brisa de la tarde anochecer donde daba pronóstico de ser luna llena; así que debía estar en casa temprano para evitar accidentes por la ciudad. Al momento de llegar a las empresas, se presentó en la recepción, pero fue interrumpido por los jefes de seguridad que no lo conocían, impidiendo el paso hacia la gran oficina.   — Soy el prometido de la dueña de acá, además amigo del presiden