Mira al cielo y está despejado el sol brilla y es un lindo día, hermoso para disfrutarlo, pero en ese lugar todos los días son iguales, el olor a cigallo y a sudor inundan el lugar, los barrotes circulan el perímetro, a donde dirige su mirada ahí tipos con tatuajes y cicatrices entre otras cosas que te hacen querer estar lejos de ellos, en cada esquina los uniformados están atentos ante cualquier movimiento sospechoso, dispuesto a matar.Todos los días camina hasta uno de los banquillos que hay a un costado del patio donde los sacan a que les del sol, en su rostro ya no hay expresiones, ha perdido la alegría, la tristeza, el miedo, es solo un ente que camina y vive por inercia, a su lado se sienta el único amigo que ha hecho en tan nauseabundo lugar.—Por fin lo he conseguido — le dice d
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