Al entrar a la sala y ver a Brit soportando tanto dolor le desgarro el corazón. Con los ojos aguados tomo su mano para darle apoyo y se obligo a ser fuerte por ella, temía que algo malo le pasara a ella o a sus hijos. -“No me dejes sola de acuerdo” pidió la chica con dificultad. Fuera de la sala Margaret interroga a Ashley para saber que paso, porque esa mañana cuando le fue a dejar el desayuno se encontraba en perfecto estado. “¿Qué pudo salir mal?” pensó la mujer. Por su parte Ashley muere de los nervios, llevando estos a que se destroce la parte interior de sus cachetes al morderse continuamente por la ansiedad. -“¡Tía! Creo que todo ha sido mi culpa” al fin pudo soltar palabras. Sus padres se acercaron y la abrazaron “Tranquila cariño, ella se pondrá bien, no tienes que echarte la culpa”. Por la cabeza de la pareja paso que lo sucedido tendría que ver con la emoción del encuentro de las hermanas. -“¡Ash! Cálmate, sí. Y cuéntame de
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