La puerta principal fue abierta, Brit se encontraba en la sala de estar, giro su cabeza para ver quien había llegado, cuando su mirada se posiciono en las personas que se encontraban de pie tras ella, corrió hacia ellos “¡Abuelos!” exclamo, mientras se levanto de golpe del sofá y corrió hacia ellos, dándoles un fuerte abrazo a ambos. En el abrazo a su abuela su canal del llanto se rompió de inmediato, todos pensaron que lloraba de felicidad, pero la verdad su llanto estaba lleno de: el miedo que paso mientras estuvo secuestrada, su remordimiento al quitar una vida, lo mucho que los echo de menos. Era una mezcla de miedo, angustia, tristeza y anhelo, soltó todo lo que aún guardaba en lo más profundo de su interior.A Daniel le partió el corazón verla tan vulnerable. De ella sabe la conexión que tiene con sus abuelos y ese desahogo era algo que le hacía mucha falta, apar

Una vez fuera del baño, se metió en la cama dándole la espalda se despidió con un seco “Buenas noches” y apago su luz. Brit suspiro bajo y envolvió su brazo en su cintura apretándolo con fuerza, dejo tiernos besos por su espalda hasta estar en cerca de su oído “Claro que me casaría contigo si me lo pidieras, pero olvida la idea de hacerlo tan pronto, sino quieres que mis padres te odien” susurro con una especie de ronroneo que puso la piel de Daniel de gallina.La primera frase fue suficiente para sacar la más feliz sonrisa de sus labios, se giro y la abrazo con fuerza y amor. “Te quiero princesa”. Brit se sintió feliz al escucharlo pero no supo cómo reaccionar y se quedo paralizada con su repentina declaración, sin saber siquiera que contestar ya que su mente se quedo en blanco totalmente. Sin tomarse mal su silencio él simplemente la abrazo má

El chico llevaba una hora y media dentro de la sala de operaciones cuando por fin salió un doctor. Este se quito la mascarilla para hablar con más claridad “¿Familiares del paciente Zac Lin?”-“Aquí doctor” respondió Frank levantándose de golpe de su asiento.-“¡Hola! mi nombre es Gonzalo, soy el doctor que ha atendido al paciente. Él se encuentra fuera de peligro, le hemos tenido que reanimar dos veces y recuperar su pulso, hemos hecho un lavado de estomago profundo ya que la ingestión de pastillas lo estaba dejando sin vida. Por suerte lo hemos traído de vuelta” explico el doctor.-“¡Gracias doctor! ¿Podemos entrar a verlo?”-“Ya les avisaremos cuando esté listo, en breve lo trasladaran a una habitación y podrán acompañarlo. Por el momento el paciente está con los efectos de la anestes

Después de esas revelaciones, se subieron al auto y retomaron el camino a casa. Gloria estaba en un dilema se decirles lo que sabía o no, por el momento opto por guardar silencio ya que si abría la boca podría poner las cosas peor para Brit y Daniel, quienes para ella no tenían la culpa de que esa mujer estuviera en sus vidas y fuera la acecina de sus propios padres.Will los esperaba con ansias en su habitación vigilaba el estudio por si cuando llegaran se encerraban allí para hablar de sus secretos, pero a su llegada tal cosa no sucedió, cada quien ingreso en su habitación.Margaret pensó en algo que le vino de golpe a su mente y corrió hacia la habitación de sus padres. Toco agitada hasta que su madre le abrió. “¿Qué pasa? ¿Ahora por qué estas tan ansiosa?” cuestiono Sofía.-“Creo que Gloria lo sabe” soltó

Esa tarde Ximena convoco a los periodistas para dar su declaración, la cual consistía en pedir disculpas a sus fans y a la persona que ofendió en los videos mostrados, que no era otra que Brit, de la cual no menciono su nombre para no darle fama, nunca sé permitiría hacer eso con nadie, su egocentrismo es demasiado fuerte para ello.Más tarde Ashley se presento en el hospital y relevo a Frank para cuidar de Zac. Al entrar en la habitación el chico se sorprendió y la miró avergonzado solo un segundo, al apartar su mirada preguntó secamente. “¿Qué haces aquí?”Respondió con la cabeza gacha, no tenía valor para verlo a los ojos en ese momento “He venido porque tengo algo que contarte sobre esa noche” dijo tímida.Los ojos de Zac se oscurecieron y espeto “¡No quiero saber nada de ese maldito día! Así que te