Mientras los Quantock estaban arrodillados ante Gerald, se podía ver a un joven, que iba a participar en el festival, de pie ante un hombre de mediana edad dentro del estudio de la mansión Laidler. “Entonces dime, Stetson, ¿cuál es tu relación con la jovencita de la familia Waddy?”, preguntó el hombre de mediana edad. “¡Todo está bajo control, papá! Con lo enamorada que está Xyrielle de mí, ¡dudo que haya algún problema para que me gane su afecto!”, respondió Stetson con una sutil sonrisa. “¡Jajaja! ¡Qué bueno escuchar eso, Stetson! Los Waddy no poseen mucha fuerza, pero la fuerza que los respalda es aterradora. En cualquier caso, creo que podrás manejar todo bien. Si todo va según lo planeado, ¡definitivamente podremos usar tu relación con los Waddy para eventualmente permitir que los Laidler se fortalezcan! Además, es mejor que no pierdas tiempo en tu entrenamiento. El festival clandestino se llevará a cabo en dos días, ¡y nuestra familia tiene que ser coronada como ganadora de

Con eso, Gerald siguió a Xaverie mientras ella lo llevaba a algún lugar... Él se sorprendió un poco cuando se dio cuenta de que ella solo quería que la ayudara a cargar un loro. Aunque el loro sabía muy bien cómo imitar el habla humana, no había dicho una palabra al llegar allí por alguna extraña razón. Recordando que Yagrorok también le tenía miedo a Gerald en ese entonces, Xaverie dedujo que el pájaro debe estar demasiado aterrorizado para hablar en presencia de Gerald. Era precisamente por eso que ella le pidió ayuda para llevarlo. No queriendo ser molestado más por Xaverie, Gerald solo sacudió la cabeza ante el comentario antes de aceptar ayudar con un asentimiento. “Aún así, ¡no puedo creer que en realidad pudiste familiarizarte con los Quantock! De todos modos, ¡realmente tienes que agradecerme esta vez, Gerald! Por contexto, llevar este loro no es la única razón por la que te llamé…”, dijo Xaverie en un tono lento después de que ambos descendieran al área subterránea.

“... ¡¿Q-quién es esa persona...?!”, gritaron varias personas con desconcierto mientras muchos otros continuaban gritando. Stetson no pudo evitar abrir mucho los ojos mientras examinaba al anciano de pies a cabeza antes de declarar: “¡E... eres tú! ¡¿Estás vivo, Carlos?!”. Al escuchar eso, Yaakov ahuecó su mejilla hinchada de inmediato mientras se ponía de pie y miraba al anciano antes de murmurar: “… ¿C-Carlos…? ¡¿El dios de la muerte...?!”. Incluso Finnegan Laidler, el Amo de la familia Laidler, se puso de pie de inmediato cuando se dio cuenta de quién era el anciano. Completamente horrorizado, Finnegan se dio la vuelta con nerviosismo para mirar a su hijo antes de gritar: “¡S-Stetson! ¡Es demasiado peligroso allí! ¡Retírate!”. Xyrielle también miraba a Stetson con bastante ansiedad, preocupada por su seguridad. “¡No es necesario que te preocupes por mí, papá! Como él se mostró a sí mismo, ¡hoy voy a acabar con este terrible villano!”, respondió Stetson mientras una sutil

En el momento en que la luz golpeó la plataforma, se produjo un sonido explosivo mientras comenzaron a formarse grandes grietas en la superficie de la plataforma. Mientras todos miraban con los ojos muy abiertos la plataforma que casi se dividía por la mitad, se podía escuchar el sonido distintivo de una hoja envainada... Después de eso, un hombre de mediana edad vestido con ropas de ninja salió de las nubes de escombros. Al ver que el hombre de mediana edad lo miraba fijamente, Carlos se rio entre dientes antes de decir: “¡Así que eres tú, Ghose!”. Con esa declaración, era evidente que él conocía a esta persona... En el momento en que Stetson lo vio, él se veía como si por fin había alcanzado un rayo de esperanza mientras gritaba: “¡M-maestro Ghose! ¡Sálvame…!”. El ataque anterior del ninja liberó a Stetson y a Xyrielle de las garras de Carlos, y Stetson rápidamente aprovechó esta oportunidad para correr hacia Ghose. Una vez que estaba parado detrás del hombre de mediana e

En el momento que vieron a Carlos arrodillarse, los ojos de todos se abrieron de inmediato. ¿Qué diablos? ¿No era este el extraordinariamente poderoso y malvado maestro de tercer rango, Carlos Xenes? ¿De verdad se había arrodillado ante este joven antes de siquiera intentar hacer un solo movimiento? ¿Cómo era esto posible? Quién... ¿Quién era este joven...? Mientras la gente de la multitud continuaba discutiendo el asunto entre ellos, Xyrielle solo miraba a Gerald, que ahora se acercaba tranquilamente al anciano arrodillado, con las manos todavía en los bolsillos. Xyrielle no esperaba que sucediera nada de esto. Nadie lo esperaba. Cualquiera que fuera el caso, él ya no ocultaba su aura poderosa y presionante, y cualquiera que lo sintiera seguramente sentiría palpitar su corazón. Xyrielle, por supuesto, no fue una excepción a eso. En cuanto a Ghose, se recuperó rápidamente de la conmoción de ver a Carlos arrodillarse ante Gerald y, con los párpados temblando rápidamente, se