Después de besar suavemente a Jiang Sese en la mejilla y arroparla bajo el edredón, Jin Fengchen salió del salón y siguió trabajando.Jiang Sese no despertó hasta las cinco de la tarde y se sintió letárgica. Por alguna razón, últimamente había dormido mucho.Buscó como de costumbre una figura familiar a su lado, pero no encontró nada. De repente, oyó el sonido de alguien escribiendo en un teclado, como si le respondiera.Entonces, vio una pila de ropa bien doblada. No pudo evitar elogiarlo en su corazón: "No pensé que fuera tan considerado". Después de salir del salón, encontró a Jin Fengchen leyendo un documento. Se sentó tranquilamente cerca y jugó con su teléfono.El despacho quedó en silencio, el ruido del papel siendo el único sonido audible.Aunque los dos no hablaban, Jiang Sese levantaba la vista de vez en cuando y se encontraba con los ojos llenos de diversión de Jin Fengchen. Esto la satisfacía enormemente.Al final se aburrió de estar sentada en el sofá, así que sali

Mientras tanto, Zifeng había ido a ver a Bai Li y a He Shuhan a la sala de reuniones. Los cuatro continuaron su discusión en un ambiente tenso.Bai Li bebió un poco de agua y dijo solemnemente: "Ahora estamos seguros de que tres grupos de personas han llegado a la ciudad. Comparados con ellos, parecemos un poco pasivos".Jin Fengchen lo comprendió muy bien. Bajó la cabeza en contemplación durante un momento antes de ordenar: "Bai Li y Shuhan, vigilen y ataquen a cada uno de ellos donde les duela para que no puedan unirse".Sus enemigos operaban en la oscuridad mientras ellos estaban al descubierto. Debían dejar de ser pasivos y pasar a la ofensiva si no querían ser llevados de las narices.Comprendiendo la importancia de la situación, Bai Li y He Shuhan intercambiaron miradas y luego asintieron para indicar que habían recibido las órdenes.Una hora más tarde, finalmente aclararon toda la situación y formularon algunas contramedidas.En ese momento, Jin Fengchen le dijo a Zifeng:

La Sra. Jin se rio. "Es que estabas demasiado absorto para fijarte en mí".A Jin Fengyao no se le escapó el significado de las palabras de su madre, pero se rio porque no quería enfrentarse a ello.Song Qingwan se excusó inmediatamente después de ver a la Sra. Jin y dejó a la pareja de madre e hijo para que pasaran un rato en familia.En cuanto Jiang Sese salió del lavabo, vio a un Jin Fengchen de aspecto preocupado y sintió inmediatamente que su descontento desaparecía."Fengchen", llamó y fue directamente hacia él.Jin Fengchen la abrazó de inmediato y la consoló antes de preguntarle con gentileza: "¿Cómo estás? ¿Te has hecho daño?".Jiang Sese estaba agotada pero bien. Negó con la cabeza y susurró: "Estoy bien; me alegro mucho de verte".Jin Fengchen suspiró aliviado. Al oír su respuesta, se sintió aún más afligido por ella.La abrazó aún más fuerte mientras deseaba poder fundirla en su propio ser.Ella saboreó el calor de su abrazo y decidió descansar en sus brazos en paz;

La mirada de Jin Fengchen se volvió tan sombría como la noche después de escuchar las palabras de Bai Li. Su habitual rostro frío se volvió más aterrador debido a su mal humor.Aunque Bai Li sabía qué clase de persona era Jin Fengchen, seguía temblando bajo la mirada de Jin Fengchen.En ese momento, pudo entender por qué todos decían que el Joven Amo mayor de la familia Jin era frío e inaccesible.Jin Fengchen nunca había reaccionado así. Parecía que su prometida era realmente importante para él.Bai Li seguía sumido en sus pensamientos cuando oyó a Jin Fengchen decir de forma sombría: "¿Cómo se atreve a tocar a mi mujer? Aunque sea el Rey del Infierno, lo enderezaré".Entonces, lanzó una mirada fría por la ventana.En ese momento sopló una brisa fuera de la ventana, lo que hizo que sus palabras sonaran aún más aterradoras.Bai Li dijo inmediatamente: "Por supuesto".Jin Fengchen asintió. "Ve y vigila a Ji Chen".Después de que Bai Li se marchara portando nuevas órdenes, Jin F

La vida era a menudo predecible; mientras que algunas personas eran felices, otras no lo eran.En los últimos días, los negocios de la Corporación Fen Da'er habían tenido problemas uno tras otro. Primero fue una pelea masiva, luego el tráfico ilegal de drogas. Varios de sus clubes tuvieron que interrumpir su actividad tras ser allanados y precintados por la policía.En una de la habitación de lujo de un hotel de cinco estrellas, Ji Chen estaba apoyado en un lujoso sofá y golpeaba con sus larguiruchos dedos un cenicero cercano mientras escuchaba el informe de su asistente.Su sonrisa era siniestra y fría, y sus ojos estaban llenos de crueldad. No pudo evitar pensar: "Jin Fengchen sí que se mueve rápido". Su asistente se estaba poniendo nervioso ante el imprevisible estado de ánimo de su jefe. Después de todo, Ji Chen parecía encarnar la calma antes de la tormenta.Mientras ojeaba los informes financieros de los últimos dos días, su asistente dijo con resentimiento: "Joven Amo, hem