La mano que sostenía el teléfono temblaba como una hoja caída en otoño. Ray nunca había visto una mujer como ella antes. Ella necesitaba contarle a todo el mundo su tristeza. Ella podía sentarse allí y uno podía sentir su tristeza.La Sra. Dunn sintió que su pecho se volvía más apretado. Ella no conocía este tipo de emoción. Nunca se había sentido así antes. Lo que le preocupaba en ese momento era..."Jane, ¿cómo te fue? El Sr. Stewart..."."El Sr. Stewart dijo que dejará libre al Grupo Dunn". La mujer en la silla de ratán cerró los ojos e hizo que la Señora Dunn dejara de preguntar. Había alegría en la cara de la Sra. Dunn. "Jane, sé que eres...". ‘La del corazón más suave’."Sin embargo, yo seré la persona a cargo de la Casa Dunn". La voz de la mujer no era ni ligera, ni rotunda. "¿Qué?". Era como si un trueno hubiera caído sobre ella. La penetrante voz de la Sra. Dunn rompió el silencio de la orilla del río en Erhai. Señalaba con el dedo, incrédula, a la mujer que tenía los

¡El Grupo Dunn se estaba hundiendo!Esas eran las noticias que circulaban salvajemente por Ciudad S últimamente."Ese Sean Stewart". Cuando las élites ricas bebían demasiado en sus lujosas fiestas privadas, eso se convertía en su tema de conversación."Tsk, tsk, es tan despiadado, abandonando el pasado de esa manera. Sin importar lo que haya ocurrido, Joseph Dunn fue una vez su suegro".Zach sonrió sin decir una palabra fumando su cigarrillo en la reunión. Los hilos de humo convirtieron todo en un blanco nebuloso.No tenía paciencia para estos banquetes, pero para cualquiera en este círculo, tenía que lidiar con estas reuniones sociales sin importar cuanto te disgustara.En cuanto a los otros presidentes y directores generales sentados alrededor de la mesa, no eran tan diferentes de las viejas damas del mercado una vez que estaban borrachos. "Sr. Lucas, qué tal, ¡veo que ha fumado medio paquete de cigarrillos! El ambiente se está poniendo bueno. ¿Por qué no se une a la conversa

Residencia DunnJoseph Dunn apuntó con el dedo a la nariz de la Sra. Dunn, furioso: "¡Esa es la hija que criaste! ¡Qué maravillosa hija filial!".Estaba furioso. No quería renunciar al Grupo Dunn, pero si no aceptaba la petición de Jane, el Grupo Dunn se desmoronaría.Sabía muy bien que mientras el Grupo Dunn siguiera en pie, seguiría siendo un hombre rico con una casa, autos y sirvientes. Sin el Grupo Dunn, no era nada.No importaba lo reacio que estaba, Joseph Dunn solo tenía que apretar los dientes y darle la mayoría de las acciones del Grupo Dunn a Jane.Sin embargo, no tenía donde desahogar la ira de su corazón.Así fue como la Sra. Dunn terminó convirtiéndose en su saco de boxeo.Sin embargo, había una cosa que había olvidado. Para la Sra. Dunn, él ya se había convertido en una basura inútil que había traicionado a su esposa cuando la engañó."Joseph Dunn, ¿qué derecho tienes de acusarme así?”."¿Fui yo quien enseñó y crió a Jane Dunn?”."¡No, fue tu padre!”. "Si tien

Su voz chirriante le suplicaba, sonando completamente humillada. Sean hizo una pausa, su cuerpo se puso tenso. “¡¿Qué tonterías estás diciendo?!” Él la reprendió. La mujer inmovilizada debajo de él giró su cabeza, sus ojos luciendo heridos y obstinados. “Sean Stewart, tu pasatiempo siempre ha sido humillarme, ¿no?” Sus ojos se llenaron de lágrimas. “¿Quieres que yo suplique como una perra? Haré lo que quieras”. ¿No era eso lo que él quería? “No". La voz del hombre era ronca, sus ojos brillaban con un dolor agudo. Él miró a la mujer debajo de él y dijo, “Yo…” lo siento.Él la abrazó con fuerza por detrás, sosteniendo a la delgada mujer con fuerza en su abrazo. Su garganta se sintió apretada. ¿Cómo podía ella decir algo tan indecoroso? ¡¿Cómo podía ella decir algo así sin una pizca de honor?! ¡No! ¡Incorrecto! ¡Era él! ¡Todo era su culpa! ¡Él la estaba forzando de nuevo! ¡Estaba usando la fuerza sobre ella de nuevo! Su largo cabello cubría su cuerpo empapado. La

Al día siguiente"Quiero mudarme”, Jane le dijo al hombre bien vestido a lado de ella, mientras dejaba su tazón y los palillos sobre la mesa.Su corazón latía en su pecho. Teniendo en cuenta lo fuerte y terco que él podía ser, ella..."Está bien".Se escuchó un tintineo de la cuchara de plata cayendo dentro del tazón cuando el hombre respondió sin dudarlo."...". Jane se quedó estupefacta durante tres segundos antes de mirar al hombre con sospecha.¿Cuándo él era tan... fácil de convencer?"¿Qué tal el condominio en Jardín de Ginza?".Sean tenía la costumbre de beber café por las mañanas, por lo que él tomó un sorbo con gracia mientras miraba a la mujer opuesta a él, diciendo, “Puedes mudarte, pero tengo que garantizar tu seguridad. El condominio en el Jardín de Ginza está cerca de tu empresa y es uno de los más seguros de toda la ciudad".Jane estaba a punto de protestar cuando el hombre bajó su taza. "Cariño, tienes que saber esto, pero realmente no quiero que te mudes en ab