66

Lo primero que hizo al entrar a su habitación fue arrojar las botas a un rincón sin importancia y cerró la puerta de un sonoro golpe. Se recargó de espaldas a ella y permaneció ahí por un tiempo prolongado.

Cerró los ojos e imaginó sus manos sobre su cuerpo, sus labios sobre los de ella que le quemaban a carne viva, el aroma dulce de su cuerpo se había impregnado en cada poro de su piel.

Maldijo en su interior mientras se golpeaba la nuca contra la base de la puerta de caoba. Se suponía que había ido a su habitación con el único propósito de hacerle el amor —el cual cumplió — pero su intención era de hacerlo de una forma brutal, sin una pizca de sentimientos. En cambio, sus defensas se derrumbaron al verla en ese maldito camisón blanco y no sólo eso, sino que incluso consideró dormir a su lado. Escuchar su respiración pasiva, mecerse en los latidos de su corazón, embriagarse del calor que emanaba de su cuerpo.

¡Maldita sea¡— Exclamó para sí mismo — Eres un débil Carl. Un maldito débil
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo