Capítulo 6.

Victoria POV.

Suspirando, miro mi armario sin saber bien que hacer. Me sentía sumamente agotada, porque había pasado toda la noche en vela, llorando y pensando en lo que estaba pasando en mi vida, con el asunto de mi cumpleaños arruinado y mi matrimonio arreglado. No es la primera vez que me quedo despierta toda la noche, ya lo había hecho para la escuela cuando hay exámenes o tengo un proyecto importante, pero la noche anterior fue diferente, ya que no me quede trabajando o estudiando, me quede llorando y lamentándome por mi horrible vida toda la noche.

No podía decir que ya tenía decidido lo que iba a hacer, de cierta forma me sentía en medio de un gran predicamento. Mi familia no está bien económicamente, pero eso no significa que yo prácticamente tenga que prostituirme por conseguir un poco más de dinero para ellos, no estamos tan en la miseria. Sin embargo… No solo por recuperar la empresa de mi abuelo, también por mis hermanos, comenzaba a considerarlo.

Es decir, solo deben mirarme, me he matado a mi misma por estudiar toda la preparatoria, porque necesito una beca para ir a la universidad, porque si no obtengo una beca no poder estudiar. No quiero que mis hermanos hagan lo mismo, no quiero que ellos pasen por esto, así que si yo me vuelvo dueña de esas empresas multimillonarias, nadie más tendrá que preocuparse por el dinero de nuevo; ni siquiera yo.

Si, lo sé, si acepto casarme lo más probable es que voy a perder un año de toda mi vida, mientras dure mi matrimonio con el heredero de la familia Meyer, con lo cual perdería todas mis oportunidades de obtener una beca, lanzando todo mi esfuerzo de estos años a la b****a. Pero si yo me vuelvo las dueñas de esas empresas, ni siquiera tender que preocuparme por conseguir una beca para mí misma, con mi dinero yo podré pagarme la carrera que yo quiera en la universidad que yo quiera.

¿Está mal que solo piense en lo económico en una situación como esta? No lo creo, ya que en este punto, es lo único que me interesa de este asunto.

Debo aclarar que aún no he aceptado, he pensado en aceptar, sin embargo… Aún no he aceptado casarme. Antes de aceptar, debo hacer algo primero.

Por lo que a pesar del cansancio, estoy rebuscando en mi armario, intentando encontrar ropa apropiada. La noche anterior cuando llegue a casa estaba vestida con ropa holgada y barata, y aunque mi ropa no es la de “mejor” categoría o precio, si tengo una que otra cosa que puede pasar por algo elegante.

Así que tras varios minutos rebuscando una y otra vez entre mis posiciones, finalmente escojo un bonito suéter de color negro y una falda algo corta del mismo color, las cuales juntas si parecían ir bien juntas. Poniéndome esa ropa, luego voy al tocador de mi habitación, donde me encargo de cepillar y peinar mi cabello castaño, el cual dejo libre en mi espalda. Terminado de arreglarme, solo me pongo joyería a juego con mi atuendo, que le daban el toque final a mi atuendo.

Mirándome en el espejo cuando ya estoy lista, me pregunto si me veo lo suficientemente bien, a pesar de mi cara con ojeras de cansancio y mis ojos rojos por haber llorado tanto, quisiera verme mucho más decente que la noche anterior. Cuando me siento preparada, con un suspiro, solo tomo un bolso pequeño, en el cual meto mi billetera y mi teléfono. Para luego finalmente salir de mi habitación.

Ya era casi media mañana, por lo que mis hermanos ya se habían ido a la escuela hace un buen rato. Pero ese día yo no pensaba ir a la escuela, ya le preguntaría a Jenny que hicieron en clase en la tarde. Bajando las escaleras de mi casa hasta la planta baja, observo como mis padres están todavía en el comedor de mi casa, hablando entre ellos antes de ir a trabajar.

“Tory, querida…” Dijo mi madre cuando me vio pasar por el pasillo principal de la casa.

“No, no me hables” Le digo a mi madre muy enfadada: “Ninguno de ustedes. No quiero escuchar a ninguno”.

Sé que tal vez estoy siendo infantil, pero no puedo evitar seguir enfadada con mis padres, con la estúpida reacción que tuvieron la noche anterior. Yo soy su hija, ¿No es verdad? Entonces debieron defenderme, negarse a que me casara, en vez de reaccionar bajando la cabeza y luciendo tan débiles frente a los miembros de la familia Meyer. Recordar cómo se comportaron la noche anterior me hace enfadar tanto…

“Tory, ¿A dónde vas?” Preguntó mi padre preocupado, cuando ve como tomo mis llaves de la casa.

Acercándome a la entrada de la casa, solo tomo las llaves de la casa y la meto en mi bolso, girándome para decirle a mi padre: “Regresare en la tarde”.

Repito, estoy demasiado enfadada para hablar con ellos, y si les digo a donde voy seguramente eso llevara a una conversación entre nosotros. Pero de verdad, ahora mismo, no puedo afrontar algo como eso, no puedo soportarlo o pensar en soportarlo, así que prefiero ser grosera e irme para evitarlo. Supongo que mis padres piensan que estoy yendo a la escuela, así que no me dicen nada más, solo me observan irme, abriendo la puerta principal de la casa para salir al exterior.

Hoy era un día maravilloso, ya había llegado el invierno, sin embargo hoy hacia un clima realmente hermoso, con un sol reluciente en el cielo despejado y mucho calor en el ambiente sin una ráfaga de viento. Sin embargo a pesar del animado y cálido ambiente, yo no me siento animada para nada, caminando con la mirada baja debajo del sol arrollador, solo puedo pensar con tristeza en el destino que me deparaba.

Sabía perfectamente a donde debía ir, nunca había ido a esa parte de la ciudad, sin embargo sabía dónde estaba y como llegar. Así que tras haber planeado una buena ruta para llegar hasta ahí, camino por mi barrio hasta llegar a una parada del autobús público, que según la ruta que investigue en internet, me llevaba al lugar al cual debía ir.

Sin tener que esperar demasiado, el autobús llega y recoge a los pasajeros que estamos en la parada, que por la hora no éramos muchos. Ya dentro del autobús, escojo un asiento cerca de la ventana, mientras que con mi teléfono intentaba ubicar mejor el destino al cual debía llegar, mientras el autobús avanzaba lentamente por la ciudad acercándome a mi destino.

Tras un par de minutos, finalmente llegamos a la zona empresarial de la ciudad, donde hay grandes edificios de oficinas, todas de grandes empresas en la ciudad, que tenían sus centrales en esa área. El bus pasaba cerca de ahí, así que me baje en la parada más cercana y el resto del camino tenía que hacerlo a pie. Yo por obvias razones nunca había ido a esa parte de la ciudad, antes nunca tuve ninguna razón para venir aquí, donde solo hay empresas y edificios que le pertenecen a las empresas, ¿Por qué visitaría un lugar así?

Sin embargo ahora era importante, y entrando en la avenida principal de esta área, con mi teléfono en las manos, me muestro muy atenta a los grandes edificios que me rodean, buscando con mucha atención un lugar específico, el cual en internet encontré con fotos como un gran edificio de color gris con ventanas obscuras, el cual en su puerta tenía en grandes letras plateadas el nombre “DEyEV”.

Esa es la empresa que pertenecía a los Meyer, y que alguna vez también perteneció a mi abuelo. Por lo que mi prometido era su CEO actual.

Cuando finalmente encuentro dicho edificio, tras un largo suspiro intentando darme valor, finalmente entro en este lugar por la puerta principal. Todas las personas dentro obviamente se me quedan viendo, porque soy una chica joven entrando en una empresa de tal renombre. Pero sinceramente no me importa, si todo sale bien, la mitad de estas personas trabajaran para mí en medio año.

Acercándome a la recepción, voy directamente con una señorita que está ahí, diciéndole: “Buenos días, disculpe vengo a ver al CEO Dominik Meyer”.

Escuchándome hablar, la recepcionista me mira fijamente, para luego decir: “Niña, no quiero sonar grosera, pero no creo que vengas a verlo a él, debes estar equivocada”.

“No, no estoy equivocada, vengo a verlo a él” Digo con seguridad.

Con un suspiro de frustración, la recepcionista me dice: “No se puede ver al CEO sin una cita previa, lo siento mucho…”

Yo no iba a darme por vencida, así que le digo: “Solo hable con él y dígale que Victoria Miller ha venido a verlo, le aseguro que a él va a interesarle”.

La recepcionista se nota dudosa, pero yo estoy segura, y estoy decidida a hablar con ese hombre, sin importar cuanto tenga que insistir.

Dominik Meyer, hoy voy a conocerte por fin, mí adorado esposo…

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo