Mientras tanto en Bali...
—¿Dime por qué me as estado siguiendo? ¿Qué es lo qué quieres o qué buscas?. —Natalia, estaba cansada de que este hombre la siguiera y que no le dijera nada, se preguntó si era tímido, o que le pasaba. —¿Y bien?.
—¡Disculpa, no quería molestarte! Es solo que tú te pareces a alguien más. —Alberto, sabía que está mujer no le creería y lo pudo comprobar por la forma en que lo miró.
—Natalia, levantó una ceja se agarró el mentón y se le quedó viendo por un buen rato. —Asi, ¿Y a quién me parezco?, Eres muy extraño sabes, ¿Y bien no vas a responderme?, Te hice una pregunta.
—Yo también recuerdo haberte echo dos preguntas que jamás respondiste, creo que debería hacer lo mismo que tú, ¿