POV MARIZA
Después de esa conversación con Alexander, trato de no llevarle la contraria, sé que sus amenazas son muy ciertas, no quiero que me quite a mi hija, y aquí en este país no tengo como luchar contra él.
Decido llevar a mi hija a la casa donde tan feliz fui, por todo este tiempo he guardado las llaves y ese lindo osito que me encanta oprimirlo para imaginar que es Mariano quien me dice que me ama, a mi hija le encanta, pero solo lo saco cuando estamos solas, no quiero perderlo.
yo jamás podré olvidar ese día, ese momento donde la felicidad era lo único que nos importaba a los dos, donde ambos procreamos a nuestra hija con amor, con cariño, con deseo.
Mi cuerpo necesita volver a sentirse amada, querida, pero sé que eso nunca ocurrirá, mi madre es la única que me entiende pues a ella le pasa lo mismo con mi padre, está con él por compromiso, no por amor.
Eso es lo peor que le puede pasar a un ser humano, vivir con una persona por la que no siente nada, que solo esta agradecida p